La
anemia ataca a la población peruana
En la actualidad, el 43.5% de los niños de 6 a 35 meses
sufre de anemia a nivel nacional, y lo más grave de la situación lo sufre la
zona rural con el 51.1%, mientras que la urbana alcanza el 40.5%. Estamos
refiriéndonos, en números absolutos a 620 mil niños menores de 3 años anémicos
de un total de 1.6 millones a nivel nacional; y de 410 mil niños menores de 5
años que presentan desnutrición crónica. Se trata de una situación alarmante y exige
una intervención inmediata de parte de las autoridades del gobierno central y los
subnacionales, antes de que se complique todavía más.
¿Por qué la anemia está atacando a un gran contingente de
los niños peruanos? Probablemente existan diversas respuestas, pero éstas son
las más comunes: los niños no consumen alimentos ricos en hierro ni los micronutrientes
necesarios desde los 6 meses de edad, especialmente los de origen animal; se ha
reducido la lactancia materna exclusiva; las mujeres embarazadas, por lo común,
no tienen una alimentación saludable, con lo cual corren el riesgo de contraer
la anemia o de sufrir de hemorragias, por lo que sus niños nacen prematuramente
y con bajo peso. También hay otros factores que intervienen en el surgimiento
de la anemia, como la falta o deficiencia del saneamiento básico, las inadecuadas
prácticas de higiene, el limitado acceso al paquete completo de cuidado
integral de la salud materno infantil, y otros.
A continuación, presentamos una explicación especializada
sobre esta difícil y tenebrosa enfermedad, dada por el National Heart, Lung,
and Blood Institute, NIH (2018).
¿Qué es la anemia?
La anemia es una enfermedad en la que la sangre tiene menos
glóbulos rojos de lo normal.
También se presenta anemia cuando los glóbulos rojos no
contienen suficiente hemoglobina. La hemoglobina es una proteína rica en hierro
que le da a la sangre la coloración roja. Esta proteína les permite a los
glóbulos rojos transportar el oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo. De manera
si una persona tiene anemia, su cuerpo no recibe suficiente sangre rica en
oxígeno. Como resultado, puede sentirse cansado o débil. También puede tener
otros síntomas, como falta de aliento, mareo o dolores de cabeza.
La anemia grave o prolongada puede causar lesiones en el
corazón, el cerebro y otros órganos del cuerpo. La anemia muy grave puede
incluso causar la muerte.
¿Cuáles son sus causas?
Existen tres causas principales de la anemia: la pérdida de
sangre, falta de producción de glóbulos rojos o mayor velocidad de destrucción
de los glóbulos rojos. Estas causas pueden ser consecuencia de varias
enfermedades, problemas de salud o factores de otro tipo.
La pérdida de
sangre es la causa más frecuente de la
anemia, especialmente en el caso de la anemia por deficiencia de hierro.
La pérdida sanguínea puede ser de corta duración o persistir durante cierto
tiempo. Los períodos menstruales abundantes y el sangrado de los aparatos
digestivo o urinario pueden causar pérdida de sangre. La cirugía, los
traumatismos y el cáncer también pueden causar pérdida de sangre. Si se pierde
mucha sangre, el cuerpo puede perder suficientes glóbulos rojos como para
producir anemia.
La falta de
producción de glóbulos rojos, pues existen
situaciones de salud y factores adquiridos y hereditarios que pueden impedirle
al cuerpo producir suficientes glóbulos rojos. Un problema de salud
"adquirido" no se presenta desde el nacimiento, sino más adelante. Un
problema "hereditario" se presenta porque los padres le transmiten al
hijo el gen o material genético asociado con el problema o situación de salud.
Entre las situaciones de salud adquiridas y los factores que pueden causar
anemia se cuentan la mala alimentación, las concentraciones anormales de
ciertas hormonas, algunas enfermedades crónicas (constantes) y el embarazo. La
anemia aplástic también le puede impedir al cuerpo producir suficientes
glóbulos rojos. Esta enfermedad puede ser hereditaria o adquirirse después del
nacimiento.
La mayor
velocidad de destrucción de los glóbulos rojos motivada por
una serie de situaciones de salud y factores
adquiridos y hereditarios pueden hacer que el cuerpo destruya demasiados
glóbulos rojos. Un ejemplo de situación adquirida de salud que puede provocar
la destrucción de demasiados glóbulos rojos es el aumento de tamaño del bazo o
las enfermedades de este órgano.
El bazo es un órgano que retira del cuerpo los
glóbulos rojos viejos. Si el bazo está enfermo o agrandado, retira más glóbulos
rojos de lo normal y produce anemia. Entre los ejemplos de enfermedades
hereditarias que hacen que el cuerpo destruya demasiados glóbulos rojos están la
anemia de células falciforme, las talasemias y la deficiencia de ciertas
enzimas. Estas enfermedades producen defectos en los glóbulos rojos que los
hacen morir más rápidamente que los glóbulos rojos sanos. La anemia hemolítica es
otro ejemplo de enfermedad en la que el cuerpo destruye demasiados glóbulos
rojos. Algunas enfermedades hereditarias o adquiridas, así como otros factores,
pueden causar anemia hemolítica. Algunos ejemplos son: trastornos inmunitarios,
infecciones, ciertas medicinas o reacciones frente a transfusiones de sangre.
Perspectivas de la enfermedad
Muchos tipos de anemia pueden ser leves, de corta duración
y de fácil tratamiento. Algunos se pueden incluso prevenir con una dieta
saludable. Otros se pueden tratar con suplementos nutricionales.
Sin embargo, ciertos tipos de anemia pueden ser graves, de
larga duración e incluso potencialmente mortales si no se diagnostican y tratan.
Si usted tiene signos o síntomas de anemia debe ir al
médico para averiguar si tiene esta enfermedad. El tratamiento dependerá de la
causa de la anemia y de qué tan grave sea la enfermedad.
¿Quiénes corren el riesgo de sufrir
anemia?
La anemia es una enfermedad frecuente. Se presenta a
cualquier edad y en todos los grupos raciales y étnicos. Tanto los hombres como
las mujeres pueden tener anemia. Sin embargo, las mujeres en edad de procrear
corren más riesgo de sufrirla debido a que pierden sangre en la menstruación.
Durante el embarazo puede presentarse anemia debido a
concentraciones bajas de hierro y de ácido fólico (folato), y a ciertos cambios
de la sangre. Durante los primeros seis meses de embarazo, la porción líquida
(plasma) de la sangre de la mujer aumenta con más rapidez que la cantidad de
glóbulos rojos. Entonces la sangre se diluye y se puede producir anemia.
Durante el primer año de vida, algunos bebés corren el
riesgo de tener anemia por deficiencia de hierro. Entre ellos se cuentan los que
nacen antes de tiempo y los bebés que reciben solo leche materna o leche
artificial que no está enriquecida con hierro. Estos bebés pueden presentar
deficiencia de hierro hacia los 6 meses de edad.
Los niños entre 1 y 2 años también corren el riesgo de sufrir
anemia. Es posible que no reciban suficiente hierro en la alimentación,
especialmente si toman mucha leche de vaca. La leche de vaca no contiene todo
el hierro que se necesita para el crecimiento.
Si un bebé o un niño pequeño toma leche de vaca en exceso,
tal vez no coma suficientes alimentos ricos en hierro o no absorba suficiente
hierro de los alimentos.
Los adultos de edad avanzada también corren más riesgo de
sufrir anemia. Los investigadores siguen estudiando las formas en que la
enfermedad afecta a estas personas. Muchas de ellas también tienen otros
problemas de salud.
¿Cómo se puede prevenir la anemia?
Se podría prevenir episodios repetidos de ciertos tipos
de anemia, especialmente los que se deben a carencia de hierro o de vitaminas.
Los cambios en la alimentación o los suplementos pueden evitar que estos tipos
de anemia vuelvan a presentarse.
El tratamiento de la causa puede prevenir la anemia (o
evitar que se repita). Por ejemplo, si una medicina le está causando anemia, el
médico puede recetarle otro tipo de medicina.
Para evitar que la anemia empeore, cuéntele al médico
acerca de todos sus signos y síntomas. Pregúntele qué pruebas tiene que hacerse
y cumpla el plan de tratamiento.
Usted no puede prevenir algunos tipos de anemias hereditarias,
como la anemia de células falciforme. Si tiene una anemia hereditaria, consulte
con su médico sobre el tratamiento y la atención continua que necesita.
¿Cuáles
son los síntomas de la anemia?
El síntoma más frecuente de la anemia es el cansancio (sensación
de agotamiento y debilidad). Si usted tiene anemia, tal vez le resulte difícil
reunir suficiente energía para realizar sus actividades habituales.
Otros signos y síntomas de la anemia son:
·
Dificultad para
respirar
·
Mareo
·
Dolor de cabeza
·
Frío en las manos y
los pies
·
Palidez
·
Dolor en el pecho.
Estos signos y síntomas pueden presentarse porque el corazón tiene que trabajar más para bombear sangre rica en oxígeno por el cuerpo.
La anemia entre leve y moderada puede causar síntomas muy
leves. A veces no causa ninguno.
Complicaciones de la anemia
Algunas personas que tienen anemia pueden tener arritmias.
Las arritmia son problemas de la velocidad o el ritmo de los latidos del
corazón. Con el tiempo, pueden causar lesiones del corazón y tal vez hasta
producir insuficiencia cardiaca.
La anemia también puede causar lesiones en otros órganos
del cuerpo porque la sangre no les puede llevar suficiente oxígeno.
La anemia puede debilitar a las personas que tienen cáncer,
que están infectadas por el VIH o que tienen sida. Esto puede hacer que el
tratamiento de esas enfermedades no sea tan eficaz.
La anemia también puede provocar muchos otros problemas de
salud.
Las personas que tienen enfermedades del riñón y anemia tienen más
probabilidades de tener problemas del corazón. En algunos tipos de anemia puede
haber ingestión de muy pocos líquidos o pérdida excesiva de líquidos en la
sangre y el resto del cuerpo. Las pérdidas importantes de líquidos son
potencialmente mortales.
Tratamiento de la anemia
El tratamiento de la anemia depende del tipo, la causa y la
gravedad de la enfermedad. Los tratamientos pueden consistir en cambios en la
alimentación, suplementos nutricionales, medicinas, intervenciones o cirugía
para el tratamiento de la pérdida de sangre. El objetivo del tratamiento es aumentar
la cantidad de oxígeno que la sangre puede transportar. Se logra aumentando la
cifra de glóbulos rojos o la concentración de hemoglobina. (La hemoglobina es
una proteína de los glóbulos rojos que es rica en hierro y transporta oxígeno a
las células del organismo). Otro objetivo es tratar la enfermedad de fondo o la
causa de la anemia.
El tratamiento más frecuente es efectuar cambios de la
alimentación y suplementos nutricionales, por cuanto las concentraciones bajas
de vitaminas o de hierro en el cuerpo pueden causar algunos tipos de anemia.
Estas concentraciones bajas podrían ser el resultado de mala alimentación o de
ciertas enfermedades o problemas de salud.
El ácido fólico (folato) es una forma de vitamina B que se encuentra en los alimentos. Su cuerpo necesita ácido fólico para producir y mantener células nuevas. El ácido fólico también es muy importante en el embarazo. Previene la anemia y fomenta el crecimiento sano del feto.
Los siguientes alimentos son buenas fuentes de ácido fólico:
Otras frutas ricas en vitamina C son el kiwi, las fresas (frutillas) y el melón cantalupo.
Para aumentar las concentraciones de vitaminas o hierro es
posible que el médico le pida que haga cambios en su alimentación o que tome
vitaminas o suplementos con hierro. Unos suplementos vitamínicos muy usados son
la vitamina B12 y el ácido fólico (folato). A veces se da vitamina C para
ayudarle al cuerpo a absorber el hierro, pues su cuerpo necesita hierro para
producir hemoglobina. El cuerpo puede absorber más fácilmente el hierro de las
carnes que el de las verduras u otros alimentos. Para tratar la anemia es
posible que el médico le recomiende comer más carne (especialmente carnes
rojas, como carne de res e hígado), al igual que pollo, pavo, carne de cerdo,
pescado y mariscos. Otros alimentos que son buenas fuentes de hierro son:
·
Espinacas y otras
hortalizas con hojas de color verde oscuro
·
Tofu o queso de soya
·
Guisantes (arvejas),
lentejas, frijoles de soya, garbanzos y frijoles (judías) blancos o rojos, o
frijoles cocidos y enlatados
·
Frutas secas, como
ciruelas pasas, uvas pasas, albaricoques (chabacanos)
·
Jugo de ciruelas pasas
·
Cereales y panes
enriquecidos con hierro.
Consulte la etiqueta de información nutricional de un
alimento para ver cuánto hierro contiene. La cantidad se expresa como el
porcentaje de la cantidad total de hierro que se necesita todos los días.
El hierro se consigue como suplemento. Por lo general se
combina con multivitaminas y otros minerales que le ayudan al cuerpo a absorber
el hierro.
Los médicos pueden recomendar suplementos de hierro para
bebés prematuros y para niños que se alimentan solo de leche materna o de leche
artificial que no está enriquecida con hierro.
El hierro en grandes cantidades puede ser nocivo. Tome
suplementos de hierro solo como el médico se los haya recetado.
Las concentraciones bajas de vitamina B12 pueden causar
anemia perniciosa. Por lo general este tipo de anemia se trata con suplementos
de vitamina B12.
Los siguientes alimentos son buenas fuentes de vitamina
B12:
·
Cereales enriquecidos
con vitamina B12
·
Carnes (res, hígado,
aves, y pescado)
·
Huevos y productos
lácteos (leche, yogur y queso)
·
Alimentos enriquecidos
con vitamina B12, como las bebidas a base de soya y las hamburguesas
vegetarianas.
El ácido fólico (folato) es una forma de vitamina B que se encuentra en los alimentos. Su cuerpo necesita ácido fólico para producir y mantener células nuevas. El ácido fólico también es muy importante en el embarazo. Previene la anemia y fomenta el crecimiento sano del feto.
Los siguientes alimentos son buenas fuentes de ácido fólico:
·
Pan, pasta y arroz
enriquecidos con ácido fólico
·
Espinacas y otras
hortalizas con hojas de color verde oscuro
·
Judías (frijoles
carita) y frijoles secos
·
Hígado de res
·
Huevos
·
Plátanos, naranjas,
jugo de naranja y otras frutas y jugos.
La vitamina C le ayuda al cuerpo a absorber el hierro. Las
verduras y frutas, especialmente los cítricos, son buenas fuentes de vitamina
C. Las frutas cítricas son las naranjas, pomelos (toronjas), mandarinas y otras
frutas parecidas. Las frutas, verduras y jugos frescos y congelados por lo
general contienen más vitamina C que los enlatados.
Si alguien está tomando medicinas, pregúntele al médico o
farmacéutico si puede comer pomelo (toronja) o tomar jugo de esta fruta. El
pomelo puede afectar la potencia de unas cuantas medicinas y la eficacia con
que éstas actúan.
Otras frutas ricas en vitamina C son el kiwi, las fresas (frutillas) y el melón cantalupo.
Las verduras ricas en vitamina C son el brócoli, los
pimientos, los repollitos de Bruselas, los tomates, el repollo, las papas y las
hortalizas de hojas verdes, como las hojas de nabo (grelos) y las espinacas.
Si su anemia es grave, el médico puede recomendar una
intervención médica. Entre estas intervenciones están las transfusiones de
sangre y los trasplantes de células madre de sangre y de médula ósea.
Si usted tiene una hemorragia grave o potencialmente mortal
que esté causando anemia, es posible que necesite una cirugía. Por ejemplo,
puede necesitar cirugía para controlar el sangrado constante causado por una
úlcera estomacal o por cáncer de colon. Si su cuerpo está destruyendo glóbulos
rojos a gran velocidad, tal vez tenga que someterse a una cirugía para que le
extirpen el bazo. El bazo es un órgano que retira los glóbulos rojos de la
sangre y los destruye. Si el bazo está enfermo o más grande de lo normal,
retira más glóbulos rojos y causa anemia.
Referencias