Según las cifras
estadísticas de la Universidad estadounidense Johns Hopkins, al 24 de marzo de
2020, la Pandemia coronavirus COVID-19 se ha extendido a 170 países del
mundo; el nuevo epicentro de la contagiosa enfermedad es Europa y los contagiados y confirmados sumaron a 423,670,
principalmente en China, Italia, Estados Unidos, España, Alemania, Irán,
Francia, Suiza, Corea del Sur, Reino Unido, Países Bajos y Austria; y los muertos totalizaron a 18,923. En los últimos 12 días el mal crece aceleradamente. Perú no es
una excepción, los contagiados en nuestro país ya suman 416 y los muertos, 7. El mundo vive una situación álgida y peligrosa.
¿Qué es un
coronavirus? y ¿Qué es la COVID-19?
Según la Organización Mundial de la Salud, los coronavirus constituyen una extensa
familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en seres
humanos. En estos últimos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones
respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más
graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome
respiratorio agudo severo (SRAS).
El coronavirus que se ha descubierto recientemente
causa la enfermedad por coronavirus COVID-19, Se trata de una enfermedad infecciosa
causada por el coronavirus que se ha descubierto hace poco tiempo y aún no se conoce el origen. Tanto el
nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el
brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019 y de allí se está extendiendo por todo el globo.
COVID-19, pandemia con tendencia creciente y letal
La tendencia evolutiva del coronavirus COVID-19 en los últimos doce días ha sido creciente y rápida, en comparación a lo observado en las semanas precedentes, tal como se puede
verificar en los datos de la figura anterior. El nuevo escenario es de por sí preocupante
y riesgoso para la población mundial que, en la actualidad asciende a 7,773
millones de habitantes, según la Organización Mundial de Población.
Desde ya urge concertar estrategias y políticas internacionales eficaces y aunar recursos, priorizando transferencias a los países donde la afección es mayor y a los pobres y subdesarrollados cuyos sistemas de salud son endebles, precarios y muy limitados.
Europa es el nuevo epicentro de la pandemia COVID-19
Llama la atención que, ahora, el nuevo
epicentro de la pandemia COVID-19 se localiza en la vieja Europa, seguido de
Asia (principalmente China), los Estados Unidos de Norteamérica y luego América
Latina, en ese orden. África tiene aún pocos casos de contagiados y confirmados
con el coronavirus COVID-19, situación que parece reflejar estructuralmente la dinámica económica, comercial y financiera entre tales bloques económicos.
Hasta ahora, los muertos por el
coronavirus COVID-19 ascienden a 18.923 individuos en el mundo, principalmente en Italia,
China, España, Irán, Francia, Reino Unido y Países Bajos. El avance de este
índice es también creciente y preocupante y la tasa de mortalidad estimada por la OMS, al 3 de marzo último, es del 3,4%.
Marcha del COVID-19 en el caso peruano reciente
En Perú, siguiendo la tendencia mundial y la fecha antes descrita, las personas contagiadas y confirmadas totalizan 416, y los muertos, 7,
según la misma fuente de datos. Los casos más frecuentes se observaron en Lima Metropolitana y
algunas regiones del norte del país, precisamente donde se viene cumpliendo menos responsablemente
las normas de emergencia sanitaria para el Perú dictadas por gobierno Central, con
una obligada cuarentena en casa, medida que concluye al finalizar
este mes.
Control de la pandemia COVID-19: un desafío
mundial
Frente al vertiginoso ascenso de las cifras de la nueva peste, los seres humanos afectados por la creciente pandemia de COVID-19 debemos actuar en concierto y eficazmente. Detener y combatir la nueva peste es un gran desafío sin precedentes tanto para las autoridades como para los ciudadanos del mundo para enfrentar al unísono y con todos los medios disponibles, efectivizando medidas de política sanitaria y salud pública coordinadas
entre países y dentro de ellos.
En esa línea, gran parte de los países afectados y, más concretamente, las megaciudades, ciudades
intermedias y pequeñas de casi todo el mundo están aisladas y parecen muertas, tanto económica
como socialmente. Perú y su capital, Lima, así como las demás ciudades de nuestra patria como Huaraz no son la
excepción y se hallan en estado de emergencia. Las calles y plazas lucen desérticas; pero más limpias y menos bulliciosas que habitualmente y sólo transita algunas personas autorizadas y los animales domésticos vagabundos. Inclusive, pareciera
que el medio ambiente viene recuperándose a lo largo y ancho del globo, así sea
breve y transitoriamente.
La población humana, por su
parte, por medidas de emergencia sanitarias del gobierno permanece en
cuarentena al interior de sus hogares, especialmente en el sector urbano, en
medio miedo que cunde en todas partes por temor a contagiarse con esa temible
enfermedad. Levantarse temprano de la cama ya no es, en estas circunstancias,
una tarea de primera prioridad como era antes de la crisis sanitaria.
Las actividades económicas y
sociales, más concretamente los suministros de alimentos, agua segura y medicinas,
parece que se hallan en su más bajo nivel histórico, y las pocas personas que
salen de casa a los centros financieros y de abastecimientos para conseguir lo
esencial o necesario, usan obligadamente las mascarillas y se enfrentan cotidianamente
a la escasez, sobre todo en países como el Perú, donde la informalidad
económica está casi generalizada y la pobreza supera a 1/5 de la población.
Elevado costo económico de la Pandemia COVID-19
El costo económico del COVID-19 es elevado y creciente. La cifra final todavía es difícil de calcular. LearnBonds, citado por Vanguardia, estima que al 10 de febrero del año en curso bordeaba ya los 280 mil millones de dólares americanos, más de 4 veces de lo estimado para el día 4 de febrero del mismo año y los calculados para otras enfermedades similares, tal como se visualiza en la siguiente figura:
Crece la solidaridad y la cohesión familiar en medio de la cuarentena
Sin embargo, en medio de esta
parálisis y difícil circunstancia, las familias se sienten más solidarias y
unidas realizando las tareas domésticas hogareñas, tales como cocinar viejos y
nuevos platos regionales o internacionales; leer unos buenos libros; o ensayar juegos
de mesa entre los miembros del hogar, todas ellas de poco o nulo interés familiar antes
de este trance.
Al parecer, la duración de la pandemia no será breve, conforme se advierte gráficamente su proceso de desenvolmiento, pues el fenómeno aún estaría en su fase creciente y
probablemente para llegar al nivel máximo de contagiados por día, faltarían algunas semanas adelante,
Urgen medidas económicas de apoyo a los hogares, pequeñas y microempresas
Sin embargo, por sentido común, en la lucha frontal que se viene emprendiendo contra este contagioso y mortal enfermedad no se debe bajar la guardia tanto a nivel local, nacional como internacional y se debe utilizar todos los medios disponibles, empezando por prolongar o reiterar la s medidas de cuarentena, pero de modo total e ineludible; y ayudar efectivamente a los trabajadores informales, a los trabjadores de las numerosas Mypes y Pymes con el dinero de la caja fiscal, aunque ello implique el crecimiento del déficit fiscal, pues se trata de la salud y la vida de los ciudadanos.
También es posible posponer razonablemente el pago de los impuestos al gobierno en general y demás obligaciones ordinarias de los hogares, micro y pequeñas empresas; desdolarizar las deudas de los hogares y de la pequeñas y micro empresas para evitar impagos y quiebras previsibles.
Asimismo, es posible diseñar medidas de política monetaria para garantizar las inversiones a corto y largo plazo a fin de reanimar las actividades económicas del país. Una sustantiva reducción de la tasa de interés y la ampliación de la oferta monetaria, vía los créditos y los cambios en otros instrumentos podrían apoyar en tal propósito.
Se necesita reforzar las medidas de prevención y hábitos
de higiene generales
Una consecuencia “positiva” del
auge y disemnación de la coronavirus COVID-19 es el cambio en los hábitos de vida personal y de
toda la gente, pues ahora ya es común observar cómo la higiene personal viene
imponiéndose entre los chicos y grandes, ricos y pobres, como una medida
preventiva por el temor al contagio con dicha enfermedad; empero, esto aún no lega a los sectores rurales y urbano populares con la fuera necesaria. Son parte de esas nuevas
medidas, las siguientes:
- Lavarse las manos con agua y jabón o alcohol
hidratado, de manera constante, la cual es ya una práctica cotidiana muy extendida,
pues lavarse las manos de esa manera mata el virus si este se instala en las
manos de las personas;
- Adoptarla la higiene respiratoria al
toser o estornudar, cubriéndose la boca y la nariz con el codo flexionado o con
un pañuelo desechable inmediatamente y, otra vez lavarse ese las mano, por
cuanto al cubrir la boca y la nariz durante la tos o el estornudo se evita la
propagación de gérmenes y el virus en cuestión, más aún, si una persona estornuda
o tose cubriéndose con las manos puede contaminar los objetos o las otras personas
a los que toque.
- El distanciamiento
social, al menos entre uno a dos metros de distancia entre una persona y las
demás personas, particularmente aquellas que tosan, estornuden y tengan fiebre,
pues así, cuando alguien con enfermedad respiratoria, como la infección por el COVID-19-,
tose o estornuda, proyecta pequeñas gotas que contienen el peligroso virus. Si
está demasiado cerca, puede inhalar el virus.
-
-
Evitar tocarse
los ojos, la nariz y la boca, porque las manos tocan muchas superficies que
pueden estar contaminadas con el virus. Si se toca los ojos, la nariz o la boca
con las manos contaminadas, puedes transferir el virus de la superficie a sí
mismo.
Conciudadanos del Perú y del mundo:
No caigamos derrotados por la enfermedad mortal del coronavirus
COVID-19, la desesperanza y las amenazas que estén pasando y todavía pasarán más; siempre
hay una luz al final del túnel y, aunque puede parecer difícil llegar a esa luz,
si no podemos hacerlo ahora, sigamos bregando y luchando unidos para lograrlo. Seguro que
encontraremos el lado positivo de las cosas y finalmente la salida a esta crisis
sanitaria.
Con tal fin, convirtamos los muros y demás obstáculos que aparecen
en la presente lucha nacional e internacional en peldaños para escalar hacia nuestros
objetivos de defender la vida y el bienestar general de la población humana,
sin importar las edades, sexos, partidos políticos ni clases sociales.
Referencias