Alemania recuerda hoy los 200 años del nacimiento de Karl Marx entre homenajes y protestas. En horas de la mañana se inauguró en Tréveris, su ciudad natal, una exposición permanente en la casa del autor de "El Capital" y “El Manifiesto Comunista”, precisamente donde nació el filósofo el 5 de mayo de 1818.
Al cumplirse el bicentenario del nacimiento de Marx, el filósofo y economista alemán fue, para unos, un genio que supo diagnosticar con objetividad
los males del sistema capitalista y sus límites, para otros, en cambio, es el padre
ideológico de las dictaduras soviéticas. Sin embargo, pese a
la polarización de las percepciones, es innegable su legado cultural para la humanidad, especialmente para los trabajadores y desposeídos.
Marx desarrolló sus teorías en un momento en que la Revolución
Industrial cambiaba profundamente la sociedad capitalista. Su obra central,
"El Capital", se convertiría después en una fuente de consulta
obligada no sólo en el mundo académico, sino sobre todo en los países socialistas.
El presidente chino, Xi Jinping, dijo el viernes último
que el partido comunista de su país siempre iba seguir siendo "un
guardián" del marxismo.
En la otra vereda, el legado de Marx fue ridiculizado en Alemania Occidental durante la
Guerra Fría, en oposición al culto al otro lado del muro, en la RDA. Pero desde la reunificación, el capitalismo desenfrenado y el descontento han
alimentado un renovado interés por la obra del autor de “El Capital”.
En Tréveris, hay más de cinco centenas de eventos programados, incluyendo
exposiciones, conciertos, obras de teatro y conferencias en los próximos meses para
conmemorar al pensador del siglo XIX e inspirador del llamado socialismo
científico.
El punto fuerte de las celebraciones fue en la mañana del sábado, con la controvertida inauguración de una estatua
de bronce del pensador de 5,5 metros de altura, regalo de
China, país que sigue siendo comunista.
La colosal estatua enviada por Beijing ha desatado
acusaciones de que la ciudad busca captar a turistas chinos o atraer
inversiones.
El alcalde, Wolfram Leibe, niega las acusaciones y dijo que se trató
simplemente de "un gesto de amistad" de parte de China.
Sin embargo, las celebraciones no son unánimes. Una asociación que
representa a las víctimas del comunismo llamó a protestar contra el pensador, a
quien culpan de haber inspirado a los regímenes dictatoriales estalinistas y
similares.
"Nosotros queremos protestar a viva voz contra la inauguración de la
estatua de Marx y que se escuche nuestra preocupación por esta glorificación
del marxismo", dijo Dieter Dombrowski, presidente de la Unión de Grupos de
Víctimas de la Tiranía Comunista.
“Nosotros, los alemanes, no podemos
olvidar los crímenes del totalitarismo comunista”, apuntó Kurt Beck, presidente
de la Fundación Friedrich Ebert, afín al Partido Socialdemócrata (SPD), además
de exlíder de esta formación y ex primer ministro del “Land” (estado federado)
de Renania Palatinado, donde está Tréveris.
Rainer Auts, director de una empresa que supervisa todas
las exhibiciones sobre la vida de Marx, su obra y su legado, dijo que más de un
cuarto de siglo después de la reunificación, es el momento de volver a analizar
a este filósofo que tanta división provoca en Alemania.
"No estamos buscando glorificarlo ni vilipendiarlo.
Pero queremos mostrarlo como una persona de su tiempo, al igual que señalar
dónde se pudo haber equivocado", explicó a la AFP.
La actual jefa del gobierno socialdemócrata, Malu Dreyer
dijo que“no podemos responsabilizar a Marx de los crímenes cometidos en su
nombre”, en alusión a las dictaduras comunistas pasadas o presentes.
Para la izquierda radical alemana, muy fuerte en la antigua RDA, no hay
lugar para las críticas contra la herencia de Marx.
"Si todo el mundo fuera responsable de lo que se hizo en su nombre,
Jesucristo no debería estar presente en ninguna iglesia", apuntó el sábado
una de sus dirigentes, Sahra Wagenknecht, en un diario regional alemán.
Hasta el presidente de la Comisión Europea, el
conservador Jean-Claude Juncker, respaldó el homenaje: "Marx no es
responsable de todas las atrocidades por las que deben responder sus supuestos
herederos", dijo el viernes en Tréveris durante una ceremonia por el
bicentenario.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, dijo el jueves que la
figura de Marx debería seguir siendo un tema de controversia, como hasta ahora.
"Creo que nosotros, los alemanes, en 2018, no deberíamos ni inflar ni
proscribir a Marx de nuestra historia", argumentó.
Referencias
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