Según las
proyecciones del Banco Mundial el Producto Bruto Interno del Perú de 2016 podría expandirse en 3.6 % y según el Fondo Monetario Internacional, en 3.3%; en los siguientes años podría subir, incluso, unas décimas adicionales, por encima de 4% ¿Hasta qué punto es posible lograr esos niveles de crecimiento futuro bajo las condiciones hostiles de la actual economía mundial todavía sumergida en la crisis, la indetenible caída de los precios de los metales, la alta volatilidad de la moneda china y de los países latinoamericanos frente al dolar y la dominante estructura productiva exportadora de materias primas que caracteriza al país?. No hay nada claro que permita decir que estaremos mejor a futuro, o algo importante que nos de pie para hacer una proyección de sólida recuperación económica; más bien, todo parece indicar que la cuestión económica en el Perú seguirá en lo mismo a corto plazo e inclusive podría complicarse mucho más si la economía de China empeora.
Impactos de la desaceleración China y del difícil entorno mundial
La economía mundial viene deteriorándose en los últimos meses por la imparable desaceleración económica de China, la mayor “fábrica del mundo”, hoy inmersa en una transformación estratégica de su economía de industrial exo dirigida y financiada por la inversiones extranjeras a otra abocada a los servicios, a los gastos y al mercado interno, cambio estratégico adoptado como consecuencia del fuerte impacto de la crisis financiera internacional que sufrió como casi todos los países avanzados y emergentes entre el 2008-2009 y cuya secuela ha generado serias incertidumbres a la marcha de la economía mundial, particularmente, de las economías latinoamericanas entre las que se cuenta al Perú.
La economía mundial viene deteriorándose en los últimos meses por la imparable desaceleración económica de China, la mayor “fábrica del mundo”, hoy inmersa en una transformación estratégica de su economía de industrial exo dirigida y financiada por la inversiones extranjeras a otra abocada a los servicios, a los gastos y al mercado interno, cambio estratégico adoptado como consecuencia del fuerte impacto de la crisis financiera internacional que sufrió como casi todos los países avanzados y emergentes entre el 2008-2009 y cuya secuela ha generado serias incertidumbres a la marcha de la economía mundial, particularmente, de las economías latinoamericanas entre las que se cuenta al Perú.
Los precios
de las materias primas han descendido a los niveles mínimos de los seis últimos
años, particularmente del cobre, cuyo perfil histórico se muestra en la figura anterior; las depreciaciones de las distintas monedas de los países emergentes son notables; la volatilidad y los ajustes en los mercados bursátiles del mundo se muestra en niveles jamás vistos desde la crisis griega de 2011 o la crisis de crédito sub-prime en
EE.UU. durante el 2008. Todo ello ha inducido al reajuste de la proyección de crecimiento de PBI de
China de 6,8% en 2015 a 6,3% en 2016, lo cual, obviamente, es contraproducente para sus socios comerciales, entre ellos los países exportadores de materias primas.
Los síntomas de la crisis indican que los riesgos futuros para América Latina, región predominantemente exportadora de minerales y otras materias primas, están creciendo amenazadoramente, sin que se generen acciones ni reacciones de parte de los gobernantes de los países latinoamericanos para enfrentar estructural y duraderamente esta complicada realidad.
Los síntomas de la crisis indican que los riesgos futuros para América Latina, región predominantemente exportadora de minerales y otras materias primas, están creciendo amenazadoramente, sin que se generen acciones ni reacciones de parte de los gobernantes de los países latinoamericanos para enfrentar estructural y duraderamente esta complicada realidad.
Crecimiento económico de los socios comerciales del Perú
A pesar de las condiciones adversas del entorno mundial, las proyecciones del Banco Mundial y del Fondo Monetario
Internacional son optimistas respecto al crecimiento económico de los socios comerciales del Perú, lo cual puede crear falsas expectativas en los agentes económicos.
Sin embargo el propio Fondo Monetario Internacional ajustó sus proyecciones de crecimiento peruano en 2.4% en 2015 y en 3.3% en 2016, con ocasión de la presentación del Informe Perspectivas de la Economía Mundial, en la Reunión de la Junta de Gobernadores celebrada en Lima, a inicios de Octubre de 2015. El Banco Mundial, por su parte, también ajustó sus predicciones en octubre, más optimistamente: 2.79% de crecimiento en 2015 y 3.62% en 2016.
Sin embargo el propio Fondo Monetario Internacional ajustó sus proyecciones de crecimiento peruano en 2.4% en 2015 y en 3.3% en 2016, con ocasión de la presentación del Informe Perspectivas de la Economía Mundial, en la Reunión de la Junta de Gobernadores celebrada en Lima, a inicios de Octubre de 2015. El Banco Mundial, por su parte, también ajustó sus predicciones en octubre, más optimistamente: 2.79% de crecimiento en 2015 y 3.62% en 2016.
Crecimiento económico peruano
Conforme a las últimas estadísticas disponibles del Banco Central de
Reserva, el crecimiento económico entre enero-octubre de 2015, medido por la
variación porcentual del PBI real, fue de 2.6% y, de haberse mantenido o
superado en noviembre y diciembre últimos los ritmos de 3% de setiembre y
octubre, podría haberse cerrado en 2016 con una tasa de crecimiento anual de 2.7%
a 2.9%, gracias al mayor desempeño de la minería (expansión de la producción
física a pesar de la caída de precios de los metales), electricidad,
el comercio, los servicios y la agricultura; y no obstante el revés
consecutivo de la pesca, manufactura y construcción.
Como puede advertirse
en la figura, el crecimiento peruano habría logrado una modesta reactivación en
2015; pero en los siguientes años, su performance sería más difícil y realistamente
se ajustaría a las fuerza de los hechos internos y las tendencias del
crecimiento de sus principales socios comerciales ilustrado en la imagen
anterior.
El crecimiento de
2016 y de futuro mediato estará marcado por la producción y exportación de
metales; la creciente volatilidad financiera impulsada desde China al resto del mundo, el debilitamiento de la de la demanda mundial general y la
demanda de sus socios comerciales, caso China así como de otros países de
América Latina; a ello podría sumarse el probable incremento de la tasa de
interés de la FED en los EE.UU; también el posible impacto negativo del
Fenómeno de El Niño que, según los pronósticos oficiales recientes podría
ser fuerte y afectaría al sector primario y la infraestructura del país; y como
no, el ruido político que traerán las elecciones presidenciales de
2016 que ya empieza a sonar más y más creando incertidumbres en los
inversionistas y consumidores.
Otros aspectos de la Economía peruana 2015
Otro de los aspectos importantes de la Economía Peruana es la inflación, medida en este caso por el índice de precios al consumidor que, entre enero y octubre totalizó 2.2%. Al cierre de 2015 es probable que el índice no haya sobrepasado del 2.4%; sin embargo comparado con los registrados en 2013 (0.38%) y 2014 (1.83%) muestra un ligero aumento, aunque todavía en los niveles bajos.
La Balanza Comercial probablemente siga registrando cifras deficitarias y se acerque en 2015 a -3,000 US $, por segundo año consecutivo, marcado por la caída de las exportaciones tradicionales y no tradicionales, el aumento de las importaciones -sobre todo de insumos y el deterioro de los términos de intercambio.
Otro de los aspectos importantes de la Economía Peruana es la inflación, medida en este caso por el índice de precios al consumidor que, entre enero y octubre totalizó 2.2%. Al cierre de 2015 es probable que el índice no haya sobrepasado del 2.4%; sin embargo comparado con los registrados en 2013 (0.38%) y 2014 (1.83%) muestra un ligero aumento, aunque todavía en los niveles bajos.
La Balanza Comercial probablemente siga registrando cifras deficitarias y se acerque en 2015 a -3,000 US $, por segundo año consecutivo, marcado por la caída de las exportaciones tradicionales y no tradicionales, el aumento de las importaciones -sobre todo de insumos y el deterioro de los términos de intercambio.
El aumento del tipo de cambio fue más perceptible 15% de variación durante el año. En 15 de diciembre de 2014 llegó a 2.96 nuevos soles por US $ y a fin de año de 2015 subió a 3.41 soles por US $. Siguiendo este ritmo es previsible que al final de 2016 se alcance fácilmente 3.6 soles por US $. La apreciación del dólar es un fenómeno visible a nivel mundial, conforme se viene reavivando la mayor economía del mundo.
Por su parte, la tasa de interés de referencia establecida por el BCR, subió de 3.5% a diciembre de 2014 a 3.75% a diciembre de 2015. Empero, la Tasa Activa en Moneda Nacional (TAMN), tasa cobrada a los prestamistas, alcanzó en diciembre un 16.1%, por encima del 15.7% marcado en el 2014; en cambio la Tasa de Interés Pasiva en Moneda Nacional (TIPMN), tasa pagada a los ahorristas, alcanzó a diciembre último un 2.4%, por encima de 2.3% en 2014. Desafíos que asumir
El Perú y América Latina están, en las actuales circunstancias, en una difícil encrucijada.Ocho millones de los habitantes del Perú aún están en situación de pobreza. Gran parte de ellos carecen de agua potable, desagüe, alcantarillado, electrificación y vivienda adecuadas; es una país con elevada desigualdad económica y social; la violencia e inseguridad de la población son elevadas y van en aumento; la cleptocracia o hiper corrupción carcome cada día más a la sociedad entera y especialmente al Estado; y la gobernabilidad se viene debilitando gradualmente. Externamente la economía internacional es incierta y poco alentadora debido a la creciente volatilidad financiera. Los nubarrones internos densificados por la violencia casi generalizada, la inseguridad social y la cada vez más precaria gobernanza, realimentados por el sombrío panorama internacional, es de pos sí situación complicada que plantea enormes desafíos a los futuros gobernantes y al pueblo, tanto a corto plazo como a largo plazo.
Por lo demás, en Perú y en casi toda la región latinoamericana hay enormes brechas por cerrar respecto a las economías avanzadas y emergentes de Asia, tales como éstas: el desarrollo del capital humano (principalmente en educación y salud); de la infraestructura (productiva y social); la equidad de ingresos, de patrimonios, de género, y por supuesto, acometer inteligente y diligentemente la ansiada diversificación productiva, acorde a las exigencias de la globalización y el salto económico que necesita dar el país, sin los cuales sería difícil aspirar a los niveles de producción proyectados y más aún, superarlos sostenidamente a mediano y largo plazo.
Se necesita primero crear una visión del país que queremos ser y tener y qué país pretendemos heredar a nuestros hijos, luego de ello debemos definir las estrategias y políticas de cambio más consensuados para hacer realidad esa visión y asumir nacional y regionalmente los desafíos. Particularmente creo que es posible un futuro mejor para nuestro país y sus regiones, y también para los países hermanos de Latinoamérica, siempre que se actúe inteligentemente y con mucha imaginación.
Para aquello es necesario tomar en cuenta, a la vez, la economía de mercado y la economía del bienestar, vale decir una economía social de mercado y una política responsable; también es preciso compatibilizar el espíritu de la acumulación con la sostenibilidad y el desarrollo y, para ello, considero vital la forja de un Estado responsable y suficientemente fuerte, promotor de las inversiones interna y externas y consecuentemente del crecimiento y desarrollo sostenible y de largo plazo.