En Áncash los facinerosos han logrado configurar, de facto y por ahora, un modelo de corrupción a escala mayor que, incluso, se
ha hecho “exportable” a otras regiones del país. Las evidencias así lo
demuestran abundante y reiteradamente.
La raíz de los males
En efecto, según
los cálculos de Cruz (2016)[i], en los
últimos 13 años pasados Áncash recibió por concepto de transferencias de Canon
Minero algo más de 9 mil 300 millones de soles repartidos así: al Gobierno
Regional, más de 1,870 millones de soles; a los 166 gobiernos locales, más de 6
mil 990 millones de soles; a las dos universidades públicas (UNASAM y UNS), más
de 468 millones de soles, todo esto sin que la Región cuente con un Plan
Estratégico de Desarrollo de largo plazo, plan compartido y consensuado entre la
comunidad regional, sus instituciones y autoridades; sin que cuente con el
liderazgo transformacional ni el capital humano idóneo para administrarlo; sin
que posea una clase empresarial
progresista, innovadora e integrada que ayude a realizar las inversiones; sin la
necesaria presencia de un sistema de regionalización y descentralización
sólido, funcional y transparente; sin la existencia de normas de administración
y control gubernamentales para regular esa condición circunstancial de relativa
abundancia de recursos; e incluso, sin el tejido social organizado y autorizado
para vigilar el buen uso de los mismos.
Las consecuencias
La consecuencia
del manejo improvisado, dispendioso e irresponsable de los recursos por los
voraces y ambiciosos funcionarios públicos, acicateados por los empresarios
"coimeros" -nunca juzgados y hasta ahora ilesos- sobrevino la
corrupción en sus múltiples facetas y alcanzó los niveles de cleptocracia
(gobierno de los ladrones a todo nivel y en todas partes) y, como
resultado Áncash se rezagó en materia de
crecimiento y desarrollo frente a otras regiones del país donde prevaleció un
mayor grado de responsabilidad y honestidad[ii]; pero no
sólo eso, se ganó el humillante apelativo de “la región más corrupta del Perú” y
conquisto los rankings de homicidios y violencia ciudadana. Que tal paradoja
ancashina la de estos tiempos: ahogarse en el atraso y el desempleo teniendo
tanta plata.
Otro
correlato visible fue que Áncash tuvo cinco gobernadores regionales en tres
años, tres de los cuales se hallan en prisión; varias autoridades entre
regionales y locales fueron asesinadas, vacadas y revocadas; a quienes se suman
los que fueron muertos por atreverse a denunciar la asquerosidad de los malos
funcionarios públicos y la impunidad, al igual que los profesionales que
actuaron en los procesos de denuncia y/o juzgamiento de los facinerosos. Es
más, entre los años 2007 y 2010, al menos 10% de alcaldes distritales fueron
vacados y en las elecciones del 2010 se anularon las elecciones en 11 distritos.
Todo un record histórico.
En los
últimos comicios electorales internos las listas de potenciales gobernantes se
multiplicaron increíblemente no sólo en las ciudades populosas, sino también en
los pequeños pueblos. La corrupción se hizo endémica al extenderse irrefrenablemente
hacia todos los rincones de Áncash y fuera de él. Las mafias electorales que apoyan
a sus miembros crecieron y se fortalecieron como nunca. Hoy, ante las denuncias
del caso Odebrecht en el plano nacional parecen haberse agazapado esperando
nuevas señales u oportunidades sombrías para seguir asaltando al pueblo.
Buscando salidas
Como lo dice
De la Puente (2017)[iii] en su interesante y
contributivo artículo “Áncash es el laboratorio de un modelo donde lo que sigue
a la corrupción es más corrupción, una realidad parecida a varias regiones y
municipios, y que si nos descuidamos terminará siendo la forma natural e
irreemplazable de la política peruana”. Y creo que no se equivoca, es más,
presenta una propuesta de salida interesantes.
Por eso,
desde aquí insistimos en que, si los ancashinos queremos salir del hoyo negro y
sucio en el que estamos sumergidos y, más aún, si pretendemos desarrollarnos a
futuro y recuperar un sitial respetable en la escena nacional ¡es hora de cambiar esta cruda, ignominiosa
e insana realidad! ¡Áncash necesita
justicia y trabajo, y no más corrupción e impunidad como hasta ahora!. Las
autoridades nacionales están en la obligación de resolver este peliagudo problema
y cuanto antes y el pueblo debe exigir acción y más acción de aquellas a través
de los medios que dispone para evitar el vencimiento de plazos como las informadas líneas antes en la publicación de El Comercio. La impunidad es el refugio legal de la corrupción.
[i] Cruz, Dante. Transferencias de Canon Minero 2016. Áncash. ver en https://dcruzq.wordpress.com/2016/07/14/transferencias-de-canon-minero-2016-ancash/)
[ii] Huerta, Enrique. (2014). ¿QUO VADIS ÁNCASH? En https://es.scribd.com/doc/265114183/Quo-Vadis-Ancash-Problemas-perspectivas-y-desafios-Enrique-Huerta-Berrios
[iii] De la Puente (2017). Áncash, corrupción
más corrupción. En http://larepublica.pe/impresa/opinion/870070-ancash-corrupcion-mas-corrupcion-final