Como en todas partes del mundo, llegan al Perú las preocupaciones sobre el supuesto recalentamiento de la boyante economía china y sus probables consecuencias en la economía mundial. ¿Hasta que punto es cierta esta afirmación o es, acaso, una exageración? ¿De dónde sale la noticia?
A lo reseñado por Reuters, según Li Yang[1], ex consejero del Banco Popular de China e influyente economista de la Academia China de Ciencias Sociales, que es el comité de expertos más importante del Gobierno, las advertencias de que la economía de China se estaría recalentando se basan en suposiciones falsas.
“Si la estructura de población, la dotación tecnológica y los sistemas económicos estuvieran fosilizados y los márgenes de ganancias se estuvieran reduciendo, la actual relación entre inversión, ahorro y consumo sería preocupante”, afirmó durante un foro reciente, pero estos supuestos no se dan en los hechos.
Como se sabe, desde la modernización económica emprendida el año 1978, china ha venido creciendo vertiginosa y sostenidamente entre 10 a 15% por año, al punto de convertirse en el motor del crecimiento mundial (Obsérvese el cuadro sobre la tasa de crecimiento del PBI Chino comparado con las principales economías del mundo, período 1980-2005).
"Cada año nos preocupamos acerca de si el crecimiento económico se puede sostener el próximo año. ¿Nos hemos hecho esta pregunta por 30 años. No son suficientes 30 años de crecimiento sostenido? ¿Por qué debemos dudar del crecimiento de China?," se interrogó retóricamente Li.
En verdad, la noticia del recalentamiento de dicha economía no es nueva. A inicios del 2005, como ahora, ya se lanzaban noticias sobre ello desde los mismos fueros de gobierno chino, tal como se lee en la Revista Catoblepas[2], en un intento de controlar los crecimientos desmedidos que son dañinos y rompen las proporcionalidades entre los diferentes sectores de la economía nacional, provocando desequilibrios entre la oferta y la demanda, inclusive presionando la inflación. Como se puede notar en el referido cuadro, el ritmo de crecimiento económico chino disminuyó a menos del 10 % anual, pero a pesar de ello, al parecer, se pretende seguir reduciendo por los últimos resultados observados.
Al respecto hay que recordar que Deng Xiaoping advirtió que «Es bueno volverse ricos, pero cuidado con convertirse en demasiado ricos, demasiado rápido». Pero, se estaba refiriendo, en esencia, al crecimiento económico general de China o al crecimiento de las disparidades en la distribución de la riqueza en ese país entre los grupo de alto y bajos ingresos, lo cual ciertamente tiende a empeorar con el pasar del tiempo y es lo más palpable en la sociedad china.
Sin embargo en las actuales circunstancias, la bolsa de valores de china pasa por un estado saludable: está creciendo como nunca antes; asimismo, hay solidez en las exportaciones, las inversiones nacionales y extranjeras, las que junto con una alta tasa de ahorro, dan lugar al cuestionamiento del mentado recalentamiento de la economía y contrarrestarlo con el “enfriamiento”, estaría injustificado.
En los próximos meses veremos cómo se desenvuelve esta gran economía que, al parecer, no debería optar ni por el optimismo ni el pesimismo extremos. La prudencia siempre es buena consejera y mejor si ésta se basa en los antecedentes y perspectivas propias definidas por las autoridades económicas, luego de muchos años de experiencia en el manejo de la política económica.
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