El Debate Presidencial estará organizado por el JNE, IDEA
Internacional y el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES). Será moderado
por los periodistas José María Salcedo y Mávila Huertas y se realizará el próximo
domingo 3 de abril en el Centro de Convenciones de Lima, desde donde se transmitirá
por TV Perú desde las 7 de la noche.
Considerando los últimos retiros de candidatos, el debate será
en duplas. A la fecha son cinco:
1. Alan García (Alianza Popular) versus Fernando
Olivera (Frente Esperanza).
2. Pedro Pablo Kuczcynski
(Peruanos Por el Kambio) versus Antero Flóres-Araoz (Partido Orden).
3. Alfredo Barnechea (Acción
Popular) versus Gregorio Santos (Democracia Directa).
4. Keiko Fujimori (Fuerza Popular)
versus Miguel Hilario (Progresando Perú).
5. Verónika Mendoza (Frente
Amplio) versus Alejandro Toledo (Perú Posible).
Si un candidato se retirara de la contienda antes del debate, podrá reconfigurarse
la dupla: el postulante que quede sin pareja tendría que formar un grupo
de tres con la dupla siguiente en el orden de intervención.
La estructura del debate contempla cuatro bloques:
·Visión de país
(con las acciones prioritarias para los próximos cinco años);
·Economía,
seguridad ciudadana y lucha contra la corrupción (donde los candidatos se
responderán o comentarán entre sí);
·Pregunta de la
ciudadanía (en el que los postulantes absolverán las interrogantes del
elector); y
·Mensaje final.
La información que provea este debate probablemente fortalezca el
escrutinio de los electores que acudan a las urnas el próximo 10 de Abril. Que
gane el Perú.
VIDEOEXPLOSIVO:
Fernando Olivera encara a Alan García en el DEBATE PRESIDENCIAL Perú 2016 ** 03/04/2016
De acuerdo con el reporte sobre la Felicidad Mundial 2016, editado por Richard
Layard y Jeffrey Sachs, y publicado a mediados de esta semana por las Naciones
Unidas, el Perú es un país medianamente feliz y ocupa el puesto 64 de 157
países evaluados. El primero lo ostenta Dinamarca y el último lo sufre Burundia.
La felicidad y su medición
La palabra felicidad,
según el Diccionario de la RAE, viene del latín felicĭtas y significa estado de grata satisfacción espiritual y física. Contribuyen a hacer feliz a una persona otras personas, situaciones,
objetos o conjunto de ellos. La felicidad también es
entendida como la ausencia de inconvenientes o tropiezos en
el logro de aquel estado de gratitud.
Según IMCO staff[1] La felicidad comenzó a medirse de forma
sistemática en 1972 en el reino de Bután,
donde se inventó el Índice Nacional de
Felicidad. Hoy dicho índice es el centro de la política nacional y otros
países están siguiendo sus pasos.
Los economistas utilitaristas podrían decir que
llevamos más de dos centurias midiendo la felicidad; pero lo cierto es que la
medición de ésta y del bienestar han evolucionado significativamente en relación a lo que ellos conceptuaron inicialmente.
El premio nobel de economía Amartya Sen (1998) creó
una nueva manera de medir el bienestar con el denominado Índice de Desarrollo
Humano de las Naciones Unidas, IDH. Más recientemente muchos académicos y universidades
como la de Illinois, Oregón y Victoria en Canadá, entre otras, se han centrado
en entender y medir la felicidad bajo principios más amplios como los que
utilizó Bután.
Muchos reconocen al reino de Bután como la
democracia más moderna del mundo, y fue la que puso a disposición del mundo
entero la medición más completa de felicidad actual. Dicha métrica cuenta con estos
nueve componentes:
1. Salud, mide la atención médica y las barreras de esta,
así como la calidad de los servicios de salud;
2.
Educación, evalúa el aprovechamiento,
calidad, escolaridad, nivel de educación y destaca la educación comunitaria;
3.
Diversidad ambiental, cuantifica el acceso a servicios
ambientales, el conocimiento ambiental de la población y se concreta por el
indicador de árboles sembrados por persona;
4. Nivel
de vida, mide los consumos de los hogares
y el número de casas propias, entre otros;
5.
Gobernanza, aquí se evalúa la calidad de los
servicios públicos, la confianza en las instituciones y los niveles de
seguridad;
6.
Bienestar psicológico, donde se estiman los niveles de
estrés, prevalencia de emociones como los celos, la frustración, generosidad y
tranquilidad;
7. Uso del
tiempo; cuantifica el tiempo que
dedicamos a dormir, a la participación comunitaria, a la educación, al deporte,
al cuidado de los demás y a meditar;
8.
Vitalidad comunitaria, estima la confianza y apoyo
social entre los miembros de una comunidad, así como los niveles de seguridad,
entre otros;
9. Cultura, valúa el conocimiento de la cultura propia
(deportes tradicionales, festividades comunitarias, labores artesanales, etc.)
así como el respeto y conocimientos de otras culturas.
Índice de felicidad y bienestar
Con los antecedentes del reino de Bután, recogidos en mayor
o menor grado, el primer Informe mundial sobre la felicidad[2]fue
publicado en 2012 y desde entonces la
felicidad se considera, cada vez más, como una medida adecuada del progreso
social y un objetivo de laspolíticas
públicas. Es así que, cada vez más gobiernos nacionales, regionales y
locales utilizan los datos y análisis sobre la felicidad en la búsqueda de
políticas que puedan ayudar a mejorar la vida de las personas. Se mide el bienestar subjetivo y utilizan las
investigaciones realizadas sobre el tema como guía para diseñar los espacios y
servicios públicos.
El reporte de la Felicidad Mundial 2016 busca medir el nivel de felicidad de las personas como un modo de estimar los logros alcanzados por las sociedades que se sometieron a la evaluación desde la perspectiva del bienestar económico, saludable, educada, responsable y eficiente.
Los más felices e infelices del planeta
Dinamarca, Suiza,
Islandia, Noruega y Finlandia figuran entre los cinco países más felices del
mundo. De otro lado, Burundia, Siria, Togo, Afganistan y Benin figuran entre los
más infelices del planeta.
Las personas que
viven en los países más felices, a diferencia de sus opuestos, no sólo tienen
un producto bruto interno per cápita más alto, sino una esperanza de vida más
larga, gozan de mayor apoyo social, mayor libertad para tomar decisiones en la
vida, practican la generosidad en mayor grado y tienen mayores capacidades de percepción de la corrupción.
La felicidad
en América Latina y el Perú
La mayoría de los
países de América Latina son medianamente felices, aunque es notable la
diferencia entre ellos. Perú ocupa el lugar 64 de 157 evaluados en el ranking
mundial de la felicidad 2016. Una persona media en Perú tiene un ingreso económico ni alto ni bajo, el apoyo social que recibe es intermedio al igual que su esperanza de vida y la libertad para tomar decisiones sobre su vida, y su generosidad; pero lo que llama la atención es que su capacidad de percepción de la corrupción es muy baja, lo que pone en claro la debilidad moral del ciudadano, hecho también ligado con la baja calidad educativa que impera en el país.
Entre los cinco países
más felices de América Latina destacan Costa Rica, seguido de Brasil, México, Chile y Panamá; en
el intermedio se agrupan Argentina, Uruguay, Colombia, Guatemala, Venezuela, El
Salvador, Nicaragua y Ecuador; y en el último pelotón, los menos felices de la
región, se ubican Bolivia, Perú, Paraguay, República Dominicana y Honduras.
[1] En http://imco.org.mx/articulo_es/como_se_mide_la_felicidad/
[2] En http://worldhappiness.report/wp-content/uploads/sites/2/2015/04/WHR-2015-summary_final-ES.pdf
ENTREVISTAS A PREMIOS NOBEL EN ECONOMÍA SOBRE EL TEMA
Hoy es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, un día especial
para saludar a mi madre, hijas, esposa,
hermanas, primas, amigas de hoy, ayer y siempre y, por supuesto, a todas la
mujeres del mundo que a la fecha suman 3, 662´ 450, 000 y representan el 49.6%
de la población mundial ascendente a 7,388´880,000 habitantes[1].
Es también un día para
celebrar los sorprendentes éxitos logrados por las mujeres en las
décadas finales del siglo XXI y en lo que va del nuevo siglo. Talvez lo más
saltante es que una gran proporción se ha incorporado a la fuerza laboral del mundo;
algunas de ellas son profesionales, técnicas, obreras del campo y la ciudad, otras
han emergido al nivel de ministras de estado, legisladoras y ejecutivas; aunque,
según la OIT, perciban todavía una remuneración promedio 23% menor que el
promedio vigente para los varones.
Pero hoy también es
propicio para inquirir a las autoridades públicas y privadas, empresarios y, en
general a todos los ciudadanos, que todavía
existen muchas mujeres que están a la espera de una oportunidad laboral
para contribuir en beneficio de la sociedad, de su familia y de sí mismas. El desempleo
y subempleo son males que se deben superar con prioridad, además de las
diferentes inequidades de genero cuyos indicadores, para Perú, los tiene registrados
el INEI[2].
La mujer
peruana
Perú tiene a la
fecha 31´488, 625 habitantes, según datos del INEI[3]
y de ellos 49,9% es femenina, conforme a lo también corroborado por el Banco
Mundial[4].
La PEA femenina asciende a 7´290,000, y de ella, 6´940,000 es parte de la fuerza laboral, de lo cual, 75% trabaja
en el mundo de las microempresas, que es el principal hábitat laboral femenino.
Acorde a los datos
de la Autoridad Nacional del Servicio Civil, la participación de la mujer en la
administración pública de Perú se ha elevado de 43 a 46% entre 2004 y 2014. Es
más, 72% de las mujeres que trabaja en la administración pública cuenta con
estudios superiores, lo cual, evidentemente es parte del ascenso social
femenino. Pero no todo es color de rosa.
Temas pendientes
En el Perú y gran
parte del mundo todavía hay temas pendientes y que generan controversia sobre la
situación de la mujer, que merecen incluirse en la agenda social y política, entre
ellas:
La violencia contra la mujer: según datos recientes del
Ministerio de la Mujer, en 2015 se registraron 65 feminicidios y en el año
anterior, 135,874 denuncias por violencia familiar, de las cuales casi el
90% correspondió a casos de agresiones o maltratos contra ellas.
La mortalidad materna: según el Ministerio de Salud, en 2015
se registraron 402 muertes
maternas.
La maternidad temprana: hay muchas mujeres que se hacen madres
a corta edad.
El menor acceso a la educación: sobre todo en
el sector rural.
Los menores sueldos y salarios equivalentes o superiores a los percibidos
por los varones,
La
menor participación política
y ubicación en los últimos lugares
de las listas electorales.Según el Jurado Nacional de
Elecciones, en los comicios regionales y municipales de 2014, se eligieron
12,500 autoridades y de éstas solo 3,070 (25%) fueron mujeres, es decir, 1
de cada 4 autoridades electas.
Son
temas de mucha controversia: la despenalización del aborto, la
esterilización inducida, la unión civil, entre otros.
[1] Reloj de la Población Mundial. En http://countrymeters.info/es/World
[2]INEI. En https://www.inei.gob.pe/estadisticas/indice-tematico/brechas-de-genero-7913/