El Poder Ejecutivo promulgó la
Ley que permite a los afiliados a las AFPs poder utilizar hasta el 25% de
sus fondos previsionales para pagar la cuota inicial de su primer inmueble,
siempre que se trate de un crédito hipotecario otorgado por una entidad del
sistema financiero, o amortizar un crédito hipotecario que haya sido utilizado
para la compra de un primer inmueble, también otorgado por una entidad del
sistema financiero. ¿Quiénes pueden acceder a estos beneficios? ¿Qué requisitos
deben cumplir? Aquí contribuimos con las respuestas a tales y otras cuestiones.
Por unanimidad el Pleno del Congreso aprobó la
iniciativa N° 5263/2015-CR, convertido a regañadientes por el ejecutivo en la
Ley N° 30478, la cual permitirá a los afiliados, de cualquier edad, poder
retirar hasta el 25% de su fondo de la AFP como garantía hipotecaria
para la compra de una primera vivienda, y también para amortizar un crédito
hipotecario usado en la compra de un primer inmueble. Dicha afectación podrá darse
en cualquier momento de su afiliación (2 y 3).
Los beneficiarios de esta Ley serán aquellos
afiliados a una Administradora de Fondos de Pensiones, AFP, que hayan acumulado
mínimamente un fondo previsional de S/. 50,000 en su Cuenta Individual de Capitalización.
Pueden retirar hasta el 25% de esos fondos, equivalente a 12,500 soles, pero
sujeto a los siguientes requisitos (2, 3 y 4):
1. No haber
tenido un inmueble registrado
en la Sunarp.
2. De haber sido propietario de uno o más inmuebles y haberlo vendido antes del 30 de junio (fecha de promulgación
de la ley), no se considerarán como primer inmueble.
3. Estos requisitos también se deberán
cumplir para la compra de una
nueva vivienda, o de terrenos uoficinas comerciales.
4. En el caso de que un afiliado de la AFP es copropietario de un inmueble, solo se le considerará
propietario si es dueño de más del
50% de la vivienda. Si el porcentaje es menor, sí podrá acceder al
retiro de fondos.
En más, aquel afiliado que desee pagar créditos en curso también califica
para el retiro de fondo previsional de la AFP, siempre y cuando a la fecha de otorgamiento del crédito no haya tenido un inmueble (sin importar
si fue antes o después del 30 de junio).
Si el afiliado fue propietario de uno o más inmuebles y lo(s) vendió antes del 30 de junio de este
año y luego adquirió un crédito
hipotecario, también puede calificar.
El Reino Unido, coalición formada por Inglaterra, Escocia,
Irlanda del Norte y Gales, decidió democráticamente en un Referendum, apartarse
de la Unión Europea, al adoptar la posición de brexit y contrariar la del remain.
Se trata de una decisión
histórica y determinante en la geopolítica internacional. Según lo informado
por la BBC de Lóndres (1), la opción del brexit
(que abanderaba el apartamiento) obtuvo el 52% de la votación general,
contra el 48% de la posición rival denominada remain (proclive a seguir siendo parte de la Unión Europea).
Primeras consecuencias
Las primeras consecuencias
de esta decisión social ya se están dejando sentir, entre ellas: la caída del
valor de la Libra Esterlina frente al Dólar Norteamericano en 3%,
aproximadamente, y también de los mercados bursátiles que obtuvieron cifras en
rojo, como es el caso del Dow Jones. Por su parte, David Cameron anunció que se
va en octubre. El país, dijo un primer ministro que hace un año parecía
intocable, “necesita un liderazgo fuerte” que él no está en condiciones de
proporcionar.
Se trata de un duro golpe
que resquebraja la unidad de la Unión europea y tiende un manto de incertidumbre
respecto de su solidez y proyección como espacio de integración internacional;
pero la incertidumbre crece también para la propia coalición británica que en
los próximos días librará una elección interna, pues la ministra principal escocesa
dijo que un nuevo referéndum de independencia en Escocia es “altamente probable”
(2). Sin embargo, los proclives al brexit sostienen que el poderío y la
influencia de los gobernantes británicos aumentará después de los resultados del
referéndum.
Los próximos días serán
cruciales para aclarar los efectos
de este inesperado terremoto en el centro de una de las principales experiencias
de megaintegración mundial como es la Unión Europea. Las nubes ensombrecen el panorama
económico internacional y se extienden por el globo.
El cambio climático es un fenómeno mundial que está alterando los patrones normales del clima y provocando
sequías, inundaciones, derretimiento de los glaciares, subida del nivel del
mar, todo lo cual está impactando en la población humana y la diversidad de especies vivientes. Aquí una reflexión breve y crítica con ocasión del Día Mundial del Ambiente.
El estilo de crecimiento
económico dominante en el globo viene aumentando la temperatura
de la superficie terráquea y de los mares, lo cual impacta en la disminución de la extensión de hielo marino y cordillerano y el deterioro de los recursos naturales y especies vivientes del planeta, incluido el homo
sapiens. Urge una solución sistémica y radical, pero consensuada globalmente entre países y dentro de ellos.
Definición de cambio climático
El cambio climático es una
de las amenazas más evidentes y peligrosas para el planeta y sus habitantes,
por sus nefastos efectos en la tierra, el aire y el agua del mundo. Consiste
en la modificación estadística observada en los patrones meteorológicos durante
un periodo prolongado de tiempo (entre años y millones de años), conforme lo
define las Naciones Unidas.
El referido cambio supone la alteración de los patrones climáticos considerados normales y adecuados, por causa del calentamiento global, lo cual
afecta al hombre y las demás especies vivientes, partiendo por la seguridad
alimentaria, la salud, habitabilidad de las ciudades y del campo, la diversidad
de formas de vida natural, por cuanto se traduce en sequías, inundaciones,
derretimiento de glaciares y subida del nivel de los océanos y mares. Es
inherente al cambio climático la incertidumbre con relación al comportamiento
del sistema climático, lo cual dificulta el proceso de previsión y adaptación a
los cambios referidos (1).
Objetividad del cambio climático
El cambio climático es un
hecho evidente, una realidad objetiva y objetivable. El calentamiento del
sistema climático del mundo está en marcha desde finales del siglo XIX e
inicios del siglo XX, tal como se demuestra inequívocamente en el gráfico precedente, donde se notan que los
aumentos observados del promedio mundial de temperatura de la superficie terrestre
y de los océanos, primero de manera leve y después a mayor velocidad, sobre
todo desde los años setentas.
Otro hecho evidente, ligado
al anterior, es la disminución gradual de la extensión de marino en el Ártico
en verano, tal como se puede también constatar en el gráfico, y junto a ello, también las nieves y hielos de
las cordilleras y picos montañosos. Asimismo, es también evidente el aumento del promedio mundial del nivel del
mar.
Según el Informe del Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (2), las observaciones
efectuadas en todos los continentes y en la mayoría de los océanos permiten
afirmar que numerosos sistemas naturales están siendo afectados por los cambios del clima regional, particularmente por
un aumento incesante de la temperatura.
En efecto, los cambios experimentados
por la nieve, el hielo y el terreno congelado se han incrementado notablemente el
número y la extensión de los lagos glaciales y, estos a su vez, han aumentado
la inestabilidad del terreno en las regiones montañosas creando riesgos de
deslizamientos. Asimismo, han inducido a cambios en ciertos ecosistemas árticos
y antárticos. Por otro lado, algunos
sistemas hidrológicos han resultado también afectados por el aumento de la
temperatura, tanto en el aumento de la escorrentía y anticipación de los
caudales máximos en las épocas de estiaje en numerosos ríos y cuencas alimentados
por glaciares y por nieve, como también en los efectos sobre la estructura
térmica y la calidad del agua, de los ríos, lagos y lagunas sometidos al aumento de la temperatura.
Impacto Proyectado para América Latina
De acuerdo con el informe de
los expertos antes referido, hasta mediados del siglo (XX), los aumentos de
temperatura y las correspondientes disminuciones de la humedad del suelo originarían
una sustitución gradual de los bosques tropicales por las sabanas en el este de
la Amazonia. La vegetación semiárida iría siendo sustituida por vegetación de
tierras áridas. Podrían experimentarse pérdidas de diversidad biológica
importantes con la extinción de especies en muchas áreas de la América Latina
tropical. La productividad de algunos cultivos importantes disminuiría, y con
ella la productividad pecuaria, con consecuencias adversas para la seguridad
alimentaria. En las zonas templadas mejoraría el rendimiento de los cultivos de
haba de soja. En conjunto, aumentaría el número de personas amenazadas por el
hambre. Los cambios en las pautas de precipitación y la desaparición de los
glaciares afectarían notablemente a la disponibilidad de agua para consumo
humano, agrícola e hidroeléctrico.
Es necesario añadir también que, por un lado, ¼ de la población de América Latina se dedica a la
agricultura y vive de ella, precisamente una de las actividades más vulnerables
al cambio climático y que pueden recrudecer la pobreza extrema rural; y por otro, que el
60% de pérdida de la biodiversidad del globo está determinado por los actuales
patrones de producción que usan los combustibles fósiles y generan anhídrido carbónico y el efecto invernadero.
El cambio climático y sus efectos en el Perú
Para Jon Bickel (3), representante
de la Fundación Suiza de Cooperación para el Desarrollo Técnico
Swisscontact, el país debe enfrentar diversas amenazas de origen
hidrometeorológico, tal y como lo indican las emergencias a nivel nacional, que
en un 72% tienen relación con fenómenos de esta naturaleza. Esto dijo: “Los
glaciares tropicales que hoy todavía abundan en Perú podrían desaparecer por
completo y crear escasez en toda la costa. Los cambios de los patrones
meteorológicos afectan la agricultura; este puede traer beneficios, como la
posibilidad de cultivar en alturas especias hoy reservadas para la costa, pero
también efectos negativos, como plagas en zonas hoy libres de estas”.
En efecto, los glaciares tropicales que hoy todavía abundan en Perú y otros países de América Latina podrían desaparecer por completo y crear escasez no sólo en la costa, donde se manifestaría primero, sino también en la sierra y selva. Los cambios de los patrones meteorológicos afectan la agricultura; este puede traer beneficios, como la posibilidad de cultivar en las alturas especies hoy reservadas para la costa o las zonas andinas tempaldas; pero también efectos negativos, como la proliferación de plagas y enfermedades en zonas hoy todavía libres de estas fuerzas.
La subida del nivel del mar afectaría, sin duda alguna, a todas las ciudades costeras del litoral y las alteraciones climáticas repercutirían negativamente en todas las especies vivientes, incluyendo la humana.
Vulnerabilidad del Perú ante el cambio climático
De acuerdo a
la Convención Marco de las Naciones Unidas al Cambio Climático,
el Perú presenta siete de las nueve características necesarias para
calificar a un país como “particularmente vulnerable” al cambio climático. Es
por ello que es considerado el tercer país más vulnerable al cambio climático,
luego de Bangladesh y Honduras.
Esta condición es crucial para
el Perú, por ser un país megadiverso, con ecosistemas de importancia no sólo
local sino global. Por un lado, se afectarían los ecosistemas naturales que
brindan bienes y servicios ambientales como la regulación hídrica, o variedades
genéticas de plantas y animales; y por otro lado las actividades económicas y
la vida de la población se vería afectadas, menoscabadas.
Pedro Ferradas Mannucci,
gerente del programa de Gestión del Riesgo y Adaptación al Cambio Climático de
Soluciones Prácticas considera que el cambio climático impacta negativamente en
el PBI. De acuerdo con sus estimaciones, en el 2030, bajo un escenario de
cambio climático, el PBI que se obtendría bajo un escenario de cambio
climático, sería 5,7 % y 6,8% menor al que se obtendría sin el referido
fenómeno.
A ello podría sumarse e
problema de los conflictos humanos generados por el cambio climático en las
relaciones sociales de propiedad y tenencia en torno a la disponibilidad y uso
de los recursos naturales en franca disminución.