viernes, diciembre 11, 2020

EL PRÓXIMO 11 DE ABRIL DE 2021 SE ATOMIZARÁN LOS VOTOS DEL ELECTORADO PERUANO EN 23 OPCIONES POLÍTICAS O MÁS

 Escribe: Enrique Huerta Berríos

    Atomización es el acto y la consecuencia de atomizar, verbo que, a su vez, puede referirse a propagar un líquido como el alcohol mediante la expulsión de gotículas, o sea pulverizar o segmentar una cosa en porciones minúsculas o muy pequeñas, como lo dice la RAE. Algo así parece que ocurrirá en las próximas elecciones presidenciales y del congreso del Perú, pues el anuncio de la ONPE, que emitió los resultados de la elección de 23 fórmulas presidenciales el pasado lunes 06 de diciembre de 2020, permite adelantar esa predicción. Aquí la lista previa del primer avance de la ONPE emitido a fines de noviembre último.




Visto lo anterior, es evidente que, en el terreno de la política nacional, se está revelando una atomización de la partidocracia, pues en las próximas elecciones presidenciales y congresales de abril 2021 tendremos nada menos que 23 candidaturas a la Presidencia de la República junto a 46 candidatos a vicepresidentes y 2,990 candidatos a congresistas. Sencillamente, hay 23 partidos y/o movimientos políticos que disputarán el gobierno del país, tanto en el ejecutivo como en el legislativo.

    ¿Y los electores? Los electores sumarán 25 millones 288 mil personas, aproximadamente, donde los mayoritarios jóvenes menores de 39 años, pertenecientes a la generación Millenials y también de la generación Z, serán los que determinen la suerte de los que aspiran a ser gobernantes. De modo que los planes de gobierno y mensajes electorales deberían prepararse para atender las demandas de estas generaciones y encantarlos mediante una comunicación eficaz. 

    Esperemos que el buen juicio y las recientes experiencias de lucha contra el golpe de Estado pesen en la escogencia de los mejores candidatos por parte de los electores, aunque la volubilidad del electorado puesta de manifiesto en otras oportunidades hace presagiar sorpresas.

    Llama la atención que, todo este jolgorio está ocurriendo precisamente casi al cumplir los 200 años de la Independencia Nacional; es decir en el Bicentenerario de la Independencia Nacional. No quepa duda de que en el Perú la formación del Estado-Nación sigue todavía en pañales y queda mucho por trabajar, y lo mismo, aún no entra en la agenda política la definición de un proyecto nacional consensuado.



    Vista las listas variopintas, es posible pronosticar una probable atomización del electorado peruano en pequeños grupos opcionales, por cuanto los votos se repartirán entre esos muchos partidos y/o movimientos políticos, salvo que surja un autsider inesperado que concentre la atención del electorado con un mensaje encantador. 

    La diferencia de la conducta electoral de la ciudadanía es abismal respecto a la reciente votación ocurrida en noviembre pasado en los Estados Unidos, donde participaron, como ya es tradicional, principalmente dos partidos políticos: Demócratas y Republicanos, resultando ganador el primero. 

    Los peruanos estamos lejos de hacer nuestra la unificadora frase: “La unión hace la fuerza” o fuente ovejuna, todos a una. Somos una nación heterogénea y sumamente fragmentada y, al parecer, no solo políticamente, sino también en otras dimensiones de la vida social.

Por tanto, es también posible vaticinar que se produzca una atomización o pulverización de los votos para elegir a los congresistas, cuyas listas electas serán pequeñas, poco dominantes y variopintas dentro del próximo Congreso; pero, en contrapartida, más difíciles de concertar o consensuar decisiones gubernamentales importantes, salvo el surgimiento de un liderazgo carismático y consensuador en su interior.

De ocurrir aquella atomización previsible, es de temer que se ahonde y/o se entrampe la actual crisis política nacional que ya está debilitando la gobernanza y conmocionando al país con una serie de conflictos avivados por la creciente cleptocracia de la élite política y de los negocios oligárquicos, la desigualdad patrimonial y de ingresos y, por supuesto, la grave crisis de la pandemia COVID-19 que ha logrado desplomar a la economía nacional y, ahora, a duras penas, se viene recuperando en medio de los contagios, muertes y la incertidumbre respecto del futuro. Dios nos coja confesados cuando lleguen los futuros gobernantes fortuitos.

jueves, noviembre 26, 2020

PANDEMIA COVID-19 RETROCEDE LENTAMENTE EN PERÚ

 

Hasta hoy, 25 de noviembre de 2020, los casos diarios de contagiados con la COVID-19 en el mundo alcanzaron a 60 millones 392 mil personas, mientras que en Perú la cifra superó los 952,439 casos. El número de fallecidos por el mortal mal pandémico en el mundo superó la cifra de 1 millón 421 mil casos y, particularmente, en Perú, a 35,685 fallecidos.


Observe el perfil de contagios por día en Perú, el siguiente gráfico. Transcurridos los 8 meses y días, el temible mal está retrocediendo lentamente en el país andino; pero no así a nivel mundial, que se muestra aún en niveles elevados y crecientes, como parte de una segunda hola en curso, conforme a los datos provenientes de la Johns Hopkins University.

miércoles, octubre 14, 2020

CENTRALISMO Y DESIGUALDAD EN EL PERÚ

Bruno Seminario, colega economista y profesor investigador de la Universidad del Pacífico del Perú, acaba de compartir a través de su página en Facebook y mediante la siguiente tabla, la información cuantitativa de un nuevo hallazgo producto de sus acuciosas investigaciones sobre la economía peruana que pasamos a interpretar y comentar críticamente.

 


Centralismo asfixiante y grave desigualdad nacional

 En la interesante tabla que antecede, se constata que nuestro Perú padece desde hace mucho tiempo del mayúsculo problema del centralismo de Lima Metropolitana y la desigualdad extrema al compararse con lo alcanzado por los departamentos del Perú provinciano, en una escala de 0 a 6. El número mayoritario de departamentos está entre cero (10) y uno (11), es decir casi todos, y sólo Lima Metropolitana, Lima provincias y Moquegua están por encima de la media estándar de nuestro país. Particularmente Áncash destaca por su debilidad y atraso con un índice de uno. Sin duda alguna, la información muestra una cruda y alarmante desigualdad económica, lo cual es sumamente preocupante para cualquier mente razonable y responsable; pero a la vez, es un cuadro retador no sólo para los gobernantes y hacedores de la política nacional y regional, sino también para los profesionales abocados a la enseñanza y/o la promoción del desarrollo y, por consiguiente, a toda la ciudadanía peruana.

Probables causas

Es probable que las causas subyacentes de este hecho doloroso estén en las viejas y caducas estructuras económicas, tecnológicas, sociales y políticas, puestas de manifiesto en la escasa diversificación productiva y exportadora y la heterogeneidad estructural con ineficiencias en productividad interna y externas, así como en las disparidades de ingresos, la contaminación y el uso incontrolado y dispendioso de los recursos naturales y ambientales (Bielschowky y Torres, 2018), todas ellas, o casi todas, de carácter extractivo que esencialmente han privilegiado y siguen privilegiando a las élites sociales, en gran parte ligadas a las viejas herencias colonialistas de antes de la independencia nacional, como bien lo señalan Acemoglu y Robinson (2018)  en el ya famoso libro de ambos Por qué fracasan los países.

Es la hora de la igualdad en el Perú

 Esta es la hora de la igualdad en el Perú. La desigualdad está en su límite, produciendo ineficiencias, pobreza, hambre y miseria. Necesitamos urgentes cambios estructurales y reformas para lograr la igualdad, cambios profundos en la estructura productiva, niveles tecnológicos, en el uso de los recursos físicos, financieros y humanos; en el manejo de la macroeconomía apuntándola hacia el bienestar general; en el manejo de los ciclos económicos y su tendencia de largo plazo; asimismo en los aspectos sociopolíticos, culturales e institucionales caducos para estos nuevos tiempos.

Tracemos un horizonte de desarrollo para la igualdad

Es preciso trazar un horizonte de desarrollo para lograr la igualdad y terminar con el centralismo asfixiante de Lima Metropolitana y la desigualdad nacional, pensando más en las generaciones venideras que en las presentes; un horizonte de mediano plazo hacia el 2030 o de largo plazo hacia el 2050 que se reflejen en unos planes perspectivos y estratégicos.

Necesitamos un pacto para la igualdad en el Perú

Para este efecto creo que los peruanos necesitamos un Pacto para la Igualdad, empezando por impulsar la diversificación y modernización productiva y la homogenización social; definiendo la dirección y envergadura de las inversiones tanto públicas como privadas en ese sentido; un pacto por el financiamiento inclusivo; por la formación de un nuevo capital humano capaz de usar las nuevas tecnologías productivas de la cuarta revolución industrial que ya está tocando las puertas de los países del mundo y que podríamos aprovecharla a nuestro favor para dar un salto hacia un nivel de desarrollo satisfactorio, tal como lo hicieron en su momento los tigres asiáticos y China durante la tercera revolución industrial; un pacto por el fortalecimiento del Estado para que cumpla un rol igualitario en el desarrollo humano y sostenido; un pacto por la igualdad en el mundo del trabajo que hoy relega a los provincianos, a los jóvenes, a las mujeres y las minorías étnicas; un pacto por una educación y salud de calidad y universal para todos los peruanos, en especial para los niños y jóvenes.

Los retos de desarrollo de La Cuarta Revolución Industrial 


Son muchos grandes los desafíos a los que se enfrenta el mundo hoy en día; pero posiblemente uno de los más importantes sea comprender la nueva y revolución tecnológica que está acarreando la transformación de la humanidad debido a la convergencia de sistemas digitales, físicos y biológicos.

Esas nuevas tecnologías están cambiando aceleradamente la manera en la que vivimos, trabajamos y nos relacionamos los unos con los otros y la velocidad, amplitud y profundidad de esta revolución nos están obligando a repensar cómo se desarrollan los países, cómo las organizaciones generan valor e incluso lo que significa ser humanos. Es un cambio total y vertiginoso.

En el libro La Cuarta Revolución Industrial, Schwab, Klaus (2016), fundador del Foro Económico Mundial, describe las características clave de la nueva revolución tecnológica y resalta las oportunidades y dilemas que ésta plantea. Las nuevas formas de colaboración y gobernabilidad, acompañadas de una narrativa positiva y compartida, pueden moldear la cuarta revolución industrial para beneficio de todos. Si aceptamos la responsabilidad colectiva de crear un futuro en el que la innovación y la tecnología sirvan a las personas, podremos llevar a la humanidad a nuevos niveles de conciencia moral, afirma.

En aquella dirección, busquemos impulsar un cambio de época en nuestro país hacia la Sociedad de la Información y el Conocimiento e instaurar un escenario donde se expanda la nueva economía de servicios de alto valor y donde aseguremos que las instituciones que predominen en la nueva sociedad sean inclusivas y no como hasta ahora, elitistas, conservadoras y extractivas de los esfuerzos y sufrimientos del pueblo.

Esta es una manera de cómo podríamos curar la grave enfermedad socioeconómica puesto al descubierto por La Tabla de la Desigualdad elaborada por Bruno Seminario, enfermedad que no sólo padece el Perú, sino posiblemente los demás países hermanos de América Latina y el Caribe, ya sea en mayor o menor grado. Nuestra profunda gratitud a Bruno por sus valiosos hallazgos que de por sí invitan a la reflexión y la búsqueda de soluciones.


Referencias

Acemoglu, Darón y Robinson, James (2012). Por qué fracasan los países. Los orígenes del Poder, la prosperidad y la pobreza. Ediciones Deusto. Barcelona.

Bielschowky, Ricardo y Torres, Miguel (2018). Desarrollo e igualdad: el pensamiento de la CEPAL en su séptimo decenio. Textos seleccionados del periodo 2008-2018. Recuperado en https://www.cepal.org/es/publicaciones/43540-desarrollo-igualdad-pensamiento-la-cepal-su-septimo-decenio-textos-seleccionados

Schwab, Klaus (2016). La cuarta revolución industrial. Recuperado en https://www.casadellibro.com/libro-la-cuarta-revolucion-industrial/9788499926940/4073100

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