El lanzamiento del nuevo organismo financiero, al que no asistió Tabaré Vásquez, Presidente de Uruguay, se hizo en la víspera de la asunción de mando de Cristina Fernández de Kirchner, recientemente electa Presidenta de Argentina.
Este organismo nació impulsado por los gobiernos venezolano y argentino, con la idea de que Sudamérica tenga "soberanía financiera" al controlar sus propios recursos y, sobre todo, las condiciones de los préstamos. El acta fundacional pone en marcha el referido Banco y los ministros de los distintos países tendrán 60 días para acordar detalles pendientes sobre la conformación de la entidad y sus alcances.
Es objetivo del Banco del Sur[1], cuya matriz estará Caracas (con subsedes en Buenos Aires y La Paz), financiar el desarrollo económico y social de los estados miembros con el fin de fortalecer la integración, reducir las asimetrías y promover una distribución equitativa de las inversiones. De modo que los socios encontrarán en la entidad dinero para proyectos en sectores como la economía y la ciencia, pero también para iniciativas que intenten reducir la pobreza y la exclusión social, tan marcados en el continente sudamericano.
A lo informado por la BBC Mundo[2], los seis mandatarios presentes, a los que se sumó Cristina Fernández, pronunciaron discursos en los que destacaron la importancia del nuevo organismo. "El Banco del Sur nace en un momento histórico en Sudamérica, cuando han surgido democracias liberadoras que siguen los destinos de los pueblos y no del Imperio; ya no dependeremos de los organismos multilaterales que siempre condicionan los préstamos exigiendo, privatizaciones y ajustes ", dijo Evo Morales.
Por su parte, Rafael Correa aseguró que el Banco del Sur "comenzará a poner fin a la dependencia financiera, a las cargas heredadas de la triste noche neoliberal". Además, promovió la idea de una moneda común en Sudamérica. Asimismo Nicanor Duarte dijo que la nueva institución "es un toque de alerta a los organismos de crédito que siempre han subordinado a los países". Seguidamente Hugo Chávez afirmó que el Banco del Sur "era impensable hace una década" y hoy "es un hecho político que forma parte de una guerra económica y social". Luiz Inácio Lula da Silva destacó que se dio un "paso decisivo" en la integración de los pueblos de Sudamérica e invitó al resto de los países de la región a sumarse a la iniciativa.
El acto se coincidió también con la despedida de Néstor Kirchner, quien dijo "Es un placer compartir el último día de mi mandato firmando el acta constitutiva del Banco del Sur con estos líderes que honran a América Latina". Cerró la ronda Cristina Fernández diciendo que "En este banco depositamos las esperanzas para mejorar la calidad de vida de nuestros pueblos".
El aporte inicial de los países para capitalizar dicho Banco está previsto en US$ 800 millones, aunque aún no está definido cuánto aportará cada nación y de dónde saldrá el dinero. Se espera que esta cifra alcance los US$7.000 millones mediante colocaciones de títulos en el mercado financiero internacional, tal como lo reseña la BBC Mundo (cit.).
No estuvieron en este memorable acto los presidentes del Perú, Chile, Colombia, entre otros, no obstante la importancia de este gran proyecto integracionista del continente sudamericano y la gran necesidad financiera de sus pueblos que pugnan por combatir la pobreza y emerger hacia el desarrollo.
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