Según informe último de la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, la población peruana que vivía con
menos de 1.25 US$ PPA por día descendió, entre los años 1990 y 2012, de 9,84% a
2,89%; y en América Latina, de 12,63% a 4,63%. Sin duda, el avance fue positivo
y alentador, pero el reto de la eliminación de este flagelo humano aún
continúa.
Conforme a la evaluación practicada por la CEPAL, “Los países de la región
han logrado progresos significativos en la reducción de la pobreza extrema en
el transcurso de las dos últimas décadas”. Más aún, los países de la región lograron entre 2000 y 2015
avances importantes en la reducción de la pobreza extrema, el hambre y la
mortalidad infantil, la incorporación de las niñas a la educación y el acceso a
agua potable.
Sin embargo, dicho organismo advirtió que se deben
hacer mayores esfuerzos en la reducción de la mortalidad materna y de las
emisiones de gases de efecto invernadero, entre otras áreas.
A dos semanas de que los 193 Estados miembros de
las Naciones Unidas aprueben en Nueva York la agenda 2030 de desarrollo
sostenible, la Cepal concluyó que América Latina y el Caribe cumplió varias
metas clave de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y, si bien estos tuvieron limitaciones en su
formulación, sus resultados son el punto de partida para abordar los nuevos
Objetivos de Desarrollo Sostenible, con un carácter más ambicioso, integral y
universal.
“La nueva agenda 2030 supone un avance respecto a
los ODM, al pasar a una
mirada más holística, participativa, interdisciplinaria y universal, donde el
desarrollo debe estar orientado al cierre de brechas estructurales con
sostenibilidad ambiental, para lograr mayor igualdad”, inquirió la secretaria
ejecutiva de ese organismo, Alicia Bárcena.