Con ocasión del 187º aniversario patrio, el mensaje a la nación que dirigió ayer en el Congreso el Presidente del Perú, Alan García, quien por propia voluntad sometió el texto a la aprobación previa del Consejo de Ministros, incidió centralmente fijar estas tres metas próximas: controlar la inflación, luchar contra la pobreza extrema y seguir creciendo económicamente. El acto fue transmitido por los medios televisivos y radiales, en directo. De entrada, García justificó que el alza de los precios de los bienes de primera necesidad se debe a la situación crítica de la economía internacional de la cual el Perú no es ajeno; "por eso un sector de la población está insatisfecho", señaló. Luego anunció que este año el Perú tendrá la menor inflación de todo el continente Sudamericano y el mayor crecimiento del empleo y la producción. Sin embargo, como contrariando este adelanto, el INEI acaba de publicar que la inflación anualizada (de los últimos 12 meses) alcanzó el 7.02%(1), cuyo elevado nivel no se veía desde hace 10 años atrás (7.48% en 1998).
Francamente, bajar los precios en el Perú no es nada facil, teniendo en cuenta la fuerte incidencia de los componentes importados en la producción y el consumo, por ejemplo en el caso de los alimentos: el trigo, maíz amarillo, arroz, la soya y leche, cuyos precios internacionales están de subida. Sobre el respecto, García no ha dicho de qué manera su gobierno irá a frenar la crecida de los precios de los alimentos y otros insumos que vienen atemperando la inflación peruana.
Algunos anuncios:
Anunció que al mes de noviembre habrá un millón de peruanos alfabetizados y que el desempleo se reducirá en 30% al término de su mandato en el 2011.
También reiteró que la pobreza se reducirá al 30% al final de su gobierno, tal como lo prometió en su mensaje del 2007, cuando además señaló que las ciudades tendrán menos de 20% de pobreza y en el campo donde ahora es casi de 70 la pobreza bajará a 45%(2). Empero, esta meta puede ser inviable lograrla en medio de la creciente inflación que regresiona los logros de la lucha contra la pobreza, pues ataca mayoritariamente a los más pobres, cuyos ingresos son magros.
De otra parte, destacó la trascendencia de los tratados de libre comercio alcanzados con Estados Unidos, Singapur y Canadá y los que próximamente se suscribirían con China, Corea del Sur, Europa y México en el impulso del comercio exterior, relacionado con ello anunció que este año las exportaciones crecerán en 20% respecto del año anterior.
También resaltó el hecho de que dos importantes calificadoras internacionales de riesgo dieron al Perú el grado de inversión, lo cual ayudará al país en obtener mejores créditos y atraer mayores inversiones extranjeras directas que harán posible la generación de más empleos.
Destacó más el crecimiento económico y menos la redistribución.
Recordó que el año pasado, durante su mensaje presidencial, propuso que para ser un país más poderoso y más justo socialmente se debería aumentar la producción desde 97 mil millones de dólares el 2005 a 140 mil millones en el 2011. “Este año, 2008, creciendo 8% el Perú producirá 135 mil millones de dólares a precios corrientes, acercándonos al objetivo”, indicó.
Evidentemente, uno de los principales logros del actual régimen, es el crecimiento de la economía; sin embargo, esto es fundamentalmente inercial, pues el PBI ya viene creciendo sostenidamente desde el gobierno de Toledo, pero como entonces, los resultados productivos siguen siendo distribuidos inequitativamente entre quienes participan en su creación, por cuanto los que se benefician son unos pequeños sectores sociales y no a sí a las grandes mayorías que viven de su trabajo y se sientes frustradas por la irónica disminución de sus ingresos salariales y de su bienestar a causa de la inflación, tal como también se han mostrado en algunos artículos precedentes de ECONOBLOGNET.
Ciertamente, queda por llenar este gran vacío en el mensaje, en el que no se no se advierte claramente cómo se podría resolver el problema de la inequidad y la caída de la capacidad adquisitiva de la Remuneración Mínima Vital, los sueldos y salarios de los trabajadores peruanos, tanto del sector público como privado, los mismos que ya han demandado mejoras en las últimas movilizaciones.
Orfandad en el tema de la Reforma del Estado.
Por otro lado, no hay mayores anuncios respecto a la necesaria reforma del Estado en los temas esenciales como la salud, educación y descentralización. En este último campo se observan en los hechos serias debilidades y desencuentros en las relaciones entre las diversas instancias gubernamentales que retraza el desarrollo y no hay cuando se tomen las medidas de cambio.
En su mensaje, Alan García se escudó en un nuevo mea culpa de algunos evidentes yerros de su Gobierno: “Faltaron medicinas e instrumentos en el sector Salud, faltó impulso para que cada hectárea produzca más, faltaron más policías en las calles para contener la delincuencia y el pandillaje, faltó más fuerza para sacar a los corruptos, (…) faltó más modestia y eso debe corregirse”, dijo el actual Presidente del Perú.
En el mensaje también faltó anunciar qué hará el Gobierno con la inminente llegada de los inmigrantes sin empleo que ya están siendo expulsados de los paises de la Unión Europea, entre ellos nuestros compatriotas. Muy pronto el Perú se verá obligado a recibirlos masivamente y ellos, con derecho, demandarán nuevos puestos de trabajo y una ciudadanía decorosa en la escena nacional.
Finalizado el mensaje, el Mandatario saludó, entre otros, a la representación congresal fujimorista, probablemente en "gratitud" por el cerrado apoyo que recibió su Partido para la elección del actual Presidente del Congreso Javier Velásquez Quesquén y, por lo visto, asegurar el cada vez más evidente cogobierno entre ambos partidos políticos.
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(2) Mensaje a la Nación 2007, en la página web de la Presidencia de la República del Perú.
El déficit presupuestal de Estados Unidos, en julio, llegó al record de 103 mil millones de dólares debido, sobretodo, a los pagos de estímulo económico y otros relacionados con el salvataje realizado a los bancos con fuertes problemas financieros por la crisis inmobiliaria.
