El nuevo mapa universitario de Áncash y el desafío de la UNASAM
Escribe: Enrique Huerta Berríos, Past Rector de la UNASAM
Introducción
El mapa universitario de Áncash está cambiando de
manera vertiginosa y, con ello, se redefine el destino de miles de jóvenes que
buscan en la educación superior un camino de dignidad y futuro. Desde fines de
2024, la región ha sido testigo de un hecho histórico: la creación de dos
nuevas universidades nacionales —la Universidad Nacional Autónoma del Distrito
de San Marcos, en Huari, y la Universidad Nacional Autónoma de Sechín, en
Casma— que marcan un giro decisivo hacia la descentralización de la oferta académica.
Este nuevo orden del ecosistema universitario interpela directamente a las
instituciones predecesoras, la UNASAM y la UNS, que durante décadas fueron
consideradas las articuladoras de la educación superior regional, una en
la sierra y la otra en la costa.
El resultado inmediato es un escenario de
competencia inédita por calidad académica, legitimidad y pertinencia
territorial. La paradoja es evidente: mientras se multiplican las universidades
en Áncash, las dos históricas aparecen relegadas en el ranking oficial de
SUNEDU 2025 —puestos 21 y 27 respectivamente—, muy lejos de las diez mejores
del país. Todo ello ocurre en medio de transferencias extraordinarias de canon
minero que, entre 2004 y 2025, superaron los mil millones de soles por cada
universidad, según cifras del Ministerio de Economía y Finanzas. El panorama,
por tanto, no solo es desafiante: es sombrío, incierto y exige una reflexión
profunda sobre las causas de este rezago y las acciones urgentes que deben
emprenderse para que la educación universitaria en Áncash recupere su papel protagónico
y transformador.
Evidencias clave y contexto
reciente
Creación
de nuevas universidades en Áncash
Por
iniciativa de la Comisión de Educación del Congreso se promulgó la Ley
N°32224 a fines de 2024, que dio origen a la Universidad Nacional
Autónoma del Distrito de San Marcos (UNADISAM) en Huari. Un año después, el
Pleno del Congreso aprobó el Proyecto de Ley N°8847/2024-CR, creando la Universidad
Nacional Autónoma de Sechín (Casma). Ambas instituciones nacen con una
oferta académica que replica gran parte de las especialidades de la UNASAM,
bajo el argumento de descentralizar el acceso y responder a la demanda local en
zonas donde la oferta universitaria era limitada.
Posicionamiento
de UNASAM en rankings y percepción pública
La UNASAM
ocupa el puesto 21 en el ranking 2025 de universidades públicas, según
el IV Informe Bienal de la SUNEDU (entre 39 instituciones evaluadas). A ello se
suma un diagnóstico preocupante: la Contraloría General de la República
la ubicó en el segundo lugar nacional en riesgos de corrupción e inconducta
funcional, de acuerdo con el índice INCO 2024. Los hallazgos incluyen
proyectos inconclusos y pagos irregulares, ampliamente señalados por la prensa
regional.
Magnitud
de transferencias por canon minero:
Entre
2004 y 2025, el canon y las regalías mineras en el Perú sumaron cerca de S/
99 mil millones. Áncash lideró con más de S/ 22 mil millones (23%
del total), principalmente por los aportes de Antamina. Solo en enero de 2025,
la región recibió más de S/ 617 millones (casi 25% del total mensual).
Este flujo extraordinario de recursos dimensiona la expectativa sobre el papel
que la UNASAM debió cumplir en la formación de capital humano, innovadores, innovación
y desarrollo regional y nacional. Sin embargo, la evidencia muestra que no
logró aprovechar esta oportunidad para consolidar un liderazgo territorial.
Implicancia
directa del nuevo orden
La
duplicación de la oferta universitaria pública en Áncash —con nuevas
instituciones en la costa y en Conchucos— revela la aparente ineficacia de
la UNASAM como articuladora regional. Hoy se ve presionada a demostrar un
valor diferencial en calidad académica, investigación aplicada e innovación,
esta vez bajo un mayor escrutinio social y la vigilancia activa de la
ciudadanía ancashina.
Causas del revés institucional de la UNASAM
Las
razones que explican la pérdida de efectividad formativa e investigativa de la
UNASAM son múltiples y profundas. No se trata de hechos aislados, sino de un
entramado de prácticas y omisiones que, acumuladas en el tiempo, han debilitado
el papel de la universidad como motor de desarrollo regional.
1. Déficit de gobernanza
La
concentración de poder, la baja transparencia y los riesgos de corrupción e
inconducta funcional —visibilizados por la Contraloría en el índice INCO 2024—
han erosionado la confianza de la comunidad universitaria y de la sociedad
ancashina. Proyectos inconclusos con pagos efectuados, fallas de supervisión y
ausencia de rendición de cuentas son síntomas de una gobernanza debilitada que
distorsiona la asignación de recursos y perpetúa la inercia institucional.
2. Uso del canon minero sin visión estratégica
Áncash
lidera a nivel nacional en transferencias de canon y regalías mineras, pero ese
liderazgo no se tradujo en infraestructura académica de alto impacto,
laboratorios acreditados ni hubs de innovación. La brecha entre los
cuantiosos recursos recibidos y los resultados educativos es percibida como una
dolorosa subutilización, cuando no como dispendio. La Ciudad Universitaria,
concebida antes de 2005 con fondos ordinarios y del FIDA con una inversión
total de 33. 5 millones de soles, terminó sobrevaluándose y absorbiendo
recursos del canon que debieron destinarse a investigación y excelencia
académica. La infraestructura más reciente, aunque altamente costosa, ha tenido
escaso impacto en la calidad formativa.
3. Estancamiento académico
El puesto
21 que ocupa la UNASAM en el ranking 2025 de universidades públicas refleja un
desempeño intermedio, lejos del grupo de excelencia. Las limitaciones en
investigación, acreditación y resultados estudiantiles frente a pares
nacionales evidencian un estancamiento que compromete su prestigio y
competitividad.
4. Pertinencia territorial insuficiente
La
creación de universidades en Casma y San Marcos responde a vacíos de cobertura
que la UNASAM no supo cerrar con rapidez. La falta de presencia efectiva en la costa
y en Conchucos abrió espacio para nuevas instituciones que pronto atenderán demandas locales con mayor pertinencia. Si no se actúa proactivamente, el mismo
fenómeno podría repetirse en otras zonas del Valle del Huaylas y Conchucos,
relegando aún más a la universidad madre de Áncash.
5. Competencia creciente y pérdida de legitimidad
Las
nuevas universidades públicas captarán atención, recursos fiscales y talento
regional, elevando la competencia por estudiantes, docentes y vínculos con los gobiernos regional y locales. La UNASAM, que antes gozaba de un liderazgo casi
indiscutido, ahora se ve obligada a redefinir con urgencia su propuesta de valor
institucional para no quedar disminuida o desplazada en el escenario de la educación universitaria.
6. Comunicación débil y ausencia de rendición de
cuentas
La
limitada visibilidad de resultados verificables en calidad académica,
investigación, empleabilidad y vinculación interinstitucional, sumada a la
falta de coordinación con otras universidades de Áncash, dificulta sostener el
apoyo social. En un contexto de expansión de la oferta universitaria y de mayor
escrutinio ciudadano, la ausencia de rendición de cuentas se convierte en un
lastre que profundiza la desconfianza y alimenta los riesgos de corrupción y descrédito.
Consecuencias del revés institucional de la
UNASAM
El
debilitamiento de la UNASAM no es un asunto menor ni aislado: sus efectos se
extienden como ondas en el agua, alterando el equilibrio del ecosistema
universitario de Áncash y comprometiendo el futuro de miles de jóvenes. Las
consecuencias son visibles y, de no corregirse, pueden tornarse irreversibles.
1. Fragmentación del sistema regional
La
proliferación de universidades sin coordinación estratégica conduce a una
fragmentación peligrosa. Carreras duplicadas o triplicadas, servicios
redundantes y competencia feroz por docentes calificados y recursos del canon
minero probablemente generen un escenario de ineficiencia. Las nuevas leyes de creación
universitaria muestran ya esta redundancia, revelando la ausencia de una
gobernanza regional que articule la educación superior como un sistema
integrado.
2. Presión por diferenciación de la UNASAM
La UNASAM
se ve obligada a redefinir cuanto antes su identidad académica. Si no se especializa en
campos de alto valor territorial —investigación aplicada andina, salud de
montaña, educación bilingüe, minería y turismo sostenibles, gestión
territorial— corre el riesgo de perder matrícula y financiamiento competitivo.
Su puesto 21 en el ranking nacional y la irrupción de nuevas universidades son
recordatorios de que el liderazgo perdido no se recupera con discursos, sino
con propuestas claras y diferenciadas.
3. Mayor escrutinio social y regulatorio
Los
hallazgos de la Contraloría y la atención mediática han elevado el estándar de
transparencia. Hoy, cualquier iniciativa de la UNASAM debe estar acompañada de
evidencia pública y auditorías preventivas. La presión por rendir cuentas ya no
es opcional: es imperativa. La ciudadanía ancashina exige legitimidad y no
tolerará más opacidad ni inconducta funcional. El león dormido está despertando.
4. Redefinición de los mapas de acceso
Las
universidades de Casma y San Marcos pronto ampliarán el acceso local, reduciendo
costos de movilidad y mejorando las tasas de transición hacia la educación
superior en sus correspondientes provincias. Esto redefine el mapa de la demanda estudiantil:
cada vez más jóvenes optarán por instituciones cercanas, por lo que disminuirá la
matrícula en la UNASAM. Si no reorienta su oferta académica hacia las
necesidades de estas zonas, quedará marginada en territorios donde antes era la
única opción.
5. Riesgo reputacional y pérdida de talento
La sombra
del porfiado continuismo y la falta de una agenda clara de excelencia académica e investigativa, amenazan
con ahuyentar a los mejores estudiantes y docentes hacia las universidades nuevas
que están prometiendo pertinencia, infraestructura moderna y gobernanza más
transparente. El riesgo reputacional es grave: la percepción de ineficacia y
corrupción puede convertirse en una marca indeleble que socave la confianza y
el prestigio de la institución.
6. Oportunidad de articulación regional
Paradójicamente,
la crisis también abre una ventana de oportunidad. Si la UNASAM asume el
liderazgo de un consorcio académico regional, la competencia podría
transformarse en complementariedad. Investigación compartida, movilidad
interuniversitaria y proyectos de canon gestionados con gobernanza colaborativa
serían la vía para recuperar legitimidad y demostrar que la universidad madre
de Áncash aún puede ser el corazón de la educación superior regional.
Qué hacer: propuestas de reforma y acción
El revés institucional de la UNASAM no debe asumirse como destino inevitable.
Es, más bien, una llamada de alerta para emprender una transformación profunda, valiente y rápida. La universidad madre de Áncash aún puede recuperar su liderazgo si
se atreve a reformarse con transparencia, pertinencia y visión de futuro. Las
acciones son claras y urgentes:
1. Gobernanza y transparencia
La
primera batalla es contra la opacidad. La reforma del estatuto y sus normas
accesorias debe garantizar alternancia, participación y control ciudadano.
Auditorías sociales permanentes, un gobierno digital con trazabilidad, y
un dashboard público del canon minero con hitos y alertas visibles
devolverán confianza a la comunidad. Convenios con la Contraloría para control
concurrente, acuerdos de integridad con docentes y autoridades, y un comité
independiente de ética y compras son indispensables para cortar de raíz la
inconducta funcional.
2. Pertinencia académica
La UNASAM
debe ofrecer carreras y posgrados que respondan al territorio y sus desafíos: salud
de montaña, minería sostenible, turismo sostenible, gestión territorial y
agricultura altoandina. Solo así podrá diferenciarse y demostrar que su
razón de ser está en servir a Áncash y no en replicar modelos ajenos y trasnochados.
3. Investigación aplicada y productividad
La
investigación no puede seguir siendo marginal. Es urgente crear y fortalecer centros
regionales de innovación, fijar metas públicas de publicaciones y patentes,
y desplegar hubs de innovación y laboratorios provinciales financiados
con canon y cooperación internacional. El impacto debe medirse en prototipos,
patentes y soluciones adoptadas por municipios y comunidades.
4. Inclusión y equidad
La
universidad debe abrir sus puertas de par en par. Becas rurales, programas
interculturales y una infraestructura accesible son compromisos ineludibles. Se
requieren becas focalizadas para la costa y Conchucos, movilidad académica
dentro de Áncash mediante una red interuniversitaria, y programas de
empleabilidad vinculados a empresas y municipios. El seguimiento a egresados
por cohorte permitirá evaluar resultados reales y ajustar políticas.
5. Articulación regional
La
competencia puede convertirse en oportunidad si la UNASAM lidera un consorcio
de universidades de Áncash. Movilidad académica interinstitucional,
investigación colaborativa y proyectos conjuntos financiados con canon minero
darían forma a un sistema universitario regional integrado, capaz de elevar
estándares y compartir recursos.
6. Internacionalización
El futuro
exige abrirse al mundo. La UNASAM debe suscribir convenios internacionales,
integrarse en redes científicas y ofrecer programas de doble titulación con
universidades de prestigio. La internacionalización no es lujo: es
condición para que Áncash dialogue de igual a igual con la comunidad académica
global.
Conclusión estratégica
Áncash
atraviesa una recomposición universitaria sin precedentes. La creación de
nuevas instituciones en la costa y en Conchucos responde a brechas reales que
la UNASAM no supo atender con oportunidad ni pertinencia. Este nuevo orden,
lejos de ser un simple crecimiento de la oferta, es un cuestionamiento directo
a la universidad madre de la región, que hoy se ve obligada a demostrar con
hechos por qué sigue siendo necesaria, mejor y única.
El camino
no admite titubeos: la transformación institucional debe ser integral y audaz.
Se requiere integridad y control efectivos, infraestructura y programas
que garanticen excelencia académica en pregrado y posgrado, una reforma
curricular urgente que refleje la identidad territorial, y una
investigación aplicada que responda a los problemas concretos de los Andes.
Todo ello debe estar acompañado de evidencia pública de impacto, porque
la confianza solo se recupera con resultados verificables.
Los
abundantes recursos del canon minero que fluyen hacia Áncash son una
oportunidad histórica. Pero sin una gestión estratégica, transparente y
orientada al conocimiento, seguirán siendo cifras sin rostro. El verdadero
desafío de la UNASAM es transformarse para recuperar liderazgo, legitimidad y
pertinencia, convirtiéndose en el motor académico y científico de la región.
Finalmente,
es necesario subrayar que el futuro de Áncash no se construye con la mera
multiplicación de universidades, sino con instituciones que eduquen con
dignidad, innoven con valentía e incluyan con justicia social. La UNASAM
tiene aún la posibilidad de ser esa institución. El futuro de Áncash exige una
UNASAM íntegra, inclusiva y transformadora. El tiempo de la transformación no
es mañana: es ahora.









