Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de EE.UU. ha declarado recientemente que "el futuro de la economía es inusualmente incierto". Por su parte, Alan Greenspan, que ocupó por mucho tiempo ese cargo, ha declarado que la economía de EE.UU. "podría estar encaminándose a una nueva recesión"(1). De manera que el desenvolvimiento económico de este enorme país parece que sigue la forma de una W: caída, recuperación, nueva caída y, en adelante, ojalá, una nueva recuperación. ¿Tendrán fundamento estos temores?
Hace tres años, a mediados del año 2007, se desencadenó la crisis financiera más grande después de la Gran Depresión de 1930, sin que nadie lo predijera, pese a los avance de la Teoría Económica. Cundió el pánico desatado a raíz de la inesperada quiebra de varios bancos y financieras norteamericanos, entre ellos el gigante Lehman Brothers cuya bancarrota comentamos en econoblognet. Se temió en todo el mundo por la llegada de una nueva Gran Depresión, cosa que no ocurrió, gracias al manejo adecuado de la política fiscal y monetaria que frenó la caída. Desde el año pasado hasta la fecha la recuperación ha sido lenta. Sin embargo, en estos meses se ha ralentizado hasta el punto que se observa un estancamiento económico asociado con una elevada incertidumbre, probablemente como efecto de las políticas económicas anti crisis. Un verdadero bumerán.
Indicadores económicos que justifican la incertidumbre
Apreciemos lo que señalan los datos económicos. De acuerdo a un análisis gráfico realizado por BNP Paribas presntado en la cabecera de este artículo (Liberty All-Star Equity Fund Co, USA), que compara la evolución de indicadores desde el punto más bajo de las crisis habidas en EEUU desde 1948 con la actual recuperación, se observa que:
(1) las tasas de crecimiento del PIB y del consumo son significativamente más bajas ahora;
(2) el empleo prácticamente no se ha recuperado, en cambio, en las crisis anteriores ya superaba sus valores pre-crisis. CNN informa que la tasa de desempleo permanece en 9.5% y en junio se perdieron 221 mil puestos laborales. Hay mucha gente que ya no sale a buscar trabajo al ver la eliminación implacable de puestos; y
(3) en los episodios anteriores, la inversión habitacional crecía con gran fuerza, mientras que esta vez se abortó el modestísimo avance experimentado.
Más aún, en EE.UU. se observa simultáneamente la prolongación del período de desempleo de menos de 20 semanas (antes) a casi 40 semanas ahora, así como un fuerte desendeudamiento. Pero al parecer, la señal más negativa de la economía de los EE.UU sea su astronómico déficit fiscal; en cambio su señal más esperanzadora estriba en la expansión de sus exportaciones. Evidentemente, todo esto da pie a las afirmaciones tanto de Bernake como de Greenspan.
A todo ello hay que añadir los datos del contexto mundial:
(1) el riesgo de que alguno de los fiscos de los países endeudados de Europa (Grecia, Portugal, España, etc.) no pueda cumplir con sus compromisos y eso repercuta en la banca;
(2) la posibilidad de que se reduzcan los estímulos fiscales a destiempo;
(3) el efecto contractivo de las políticas fiscales de los países desarrollados para reequilibrar sus presupuestos; y
(4) la imposibilidad de una banca a veces todavía débil para expandir el crédito. La incertidumbre es grande.
Con todo, la mayor parte de los expertos espera que la economía mundial siga creciendo anémicamente en EEUU y Europa occidental, pero con mayor vigor en los países emergentes. En China e India el crecimiento superaría de todos modos el 8%. Eso es, si Estados Unidos no entra en recesión, riesgo que no es bajo.
¿Y cómo estamos en el Perú?
Las cosas son distintas en el Perú. Según los datos del INEI, la economía peruana La actividad productiva peruana creció 9.26% en abril, con lo que el PBI aumentó por noveno mes consecutivo y es el crecimiento más alto del año, ya que superó el 8.76% obtenido en marzo. El crecimiento de la producción se vio impulsado por la expansión de los sectores construcción (21%), manufactura (16%), comercio (11%) y agropecuario (7%). Evidentemente el estímulo fiscal y el manejo monetario, así como el crecimiento de la demanda generada por la construcción de obras de infraestructura y la minería explican una buena parte del crecimiento económico, situación que coincide con los altos precios del cobre y otros minerales. Sin embargo, lo que suceda en el futuro cercano dependerá, entre otras cosas, de la evolución de la inversión pública y privada, que sin duda se verá influida por la incertidumbre económica mundial que ya se observa y preocupa.
Referencia:
(1) http://www.latercera.com/noticia/opinion/ideas-y-debates/2010/08/895-282060-9-incertidumbre-economica-mundial.shtml
(2) http://es.finance.yahoo.com/echarts?s=USA