En España, la tasa de desempleo alcanzó al 24.44% en el primer trimestre
de 2012, muy por encima de la media de desempleo de 10.2% de la Unión Europea.
Los parados bordean los 5,6 millones de trabajadores y los inmigrantes y la
población joven son los más afectados por la grave crisis económica. Evidentemente,
el desempleo se ha convertido en el problema más grave
en el campo social con el cual lucha el gobierno de centro derecha de Mariano
Rajoy. Esta es la cruda realidad de los españoles observada penosamente hoy,
en el Día del Trabajo.
¿Una crisis acelerada por la
reforma laboral?
La grave crisis económica que enfrenta España cayó ayer con toda
su fuerza sobre el mercado laboral, tras conocerse que el desempleo afecta ya
al 24,4% de la población, el mayor porcentaje en 18 años, con ello supera la
media de desempleo de la Unión Europea del 10,2 %, y está por encima al
desempleo registrado en Grecia (21 %) y Portugal (15 %), países europeos cuyas
economías fueron rescatados y sus cuentas están bajo supervisión internacional
(1).
Según estimaciones oficiales del Instituto Nacional de
Estadística, un total de 365,900 personas perdieron su trabajo en el primer
trimestre de 2012, con lo cual la cifra de desocupados bordea a 5,64 millones. Entre
los inmigrantes, la tasa escaló al 37%, lo que significa que aproximadamente 1,2
millones de extranjeros no tienen trabajo en la actualidad.
La tasa general de desempleo escaló del 22,9% de fines de 2011 al record
de 24,44%, un día después de que la agencia de calificación Standard &
Poor’s rebajara dos escalones la deuda soberana de España, vale decir de “A” a
“BBB+”, aprobado, en un nuevo golpe a la lucha del gobierno presidido por
Mariano Rajoy por equilibrar sus alicaídas cuentas públicas mediante un Programa
de Estabilidad 2012-2015 quien sigue intentando acompasar la maltratada
economía española a la austeridad reclamada por la Unión Europea con Alemania a
la cabeza, pero que, en la práctica parece estar llevándola a un callejón sin
salida o hacia la autodestrucción, conforme las apreciaciones de los
representantes sindicales (2).
Protestas de los sindicatos
contra las reformas laborales de Rajoy
Economía
recesada y con horizonte nublado
La Economía Española está en
recesión por segunda vez en cuatro años, esta vez por los drásticos ajustes
aplicados por el gobierno de Rajoy. La caída del primer trimestre afectó a
todos los sectores, sobre todo los servicios, donde se perdieron 148 mil
empleos. Parte de estos datos corresponden al primer mes de funcionamiento de
la nueva reforma laboral, que abarató las condiciones de despido y fue motivo
de airadas protestas de los trabajadores en las calles con una huelga general.
Oficialmente se estima que hasta 1,73 millones de familias tienen
a todos sus miembros sin trabajo y más de la mitad de los menores de 25 años
están desocupados, con una tasa que trepó al 52%.
Standard & Poor’s calcula que en España se alcanzará un índice
de desempleo del 25,5% en 2013 y cree que no se creará empleo neto hasta el año
2016.
El objetivo de sanear las cuentas públicas y el sistema financiero
a toda costa no sólo complica la salida de la crisis, sino que mantiene a
España en la mira internacional por las dudas sobre su solvencia.
Economía recesada por segunda
vez en cuatro años
¿Quién sigue en la caída?
Desde que asumió el cargo a finales de diciembre, Rajoy adoptó una
serie de medidas, casi todas impopulares, que incluyen reducciones de gasto en
sanidad y educación, y subidas generalizadas de impuestos.
Ahora
con una tasa de paro del 24,44% y con un desempleo juvenil del 52%, se hace más
difícil evitar el “hundimiento del Titanic”, penosa barca en la que se ha
convertido la economía española. Sin embargo, el hundimiento de esa barca puede
poner en peligro a toda la economía mundial, a las grandes y también a las
pequeñas. Es que la Economía de España no es cualquiera. Es suficientemente
grande como para irse de pique fácilmente, pero también es demasiado grande como
para ser rescatada en caso de hacerlo. Precisamente por eso que el hundimiento
de España esté siendo visto con mucha atención en todo el mundo, dado que, esta
vez, no es apenas un banco multinacional como Lehman Brothers que
colapsa, tampoco es un país pequeño como Grecia que sucumbe; sino que se trata
de la cuarta economía europea y una de las más grandes del mundo.
¿Después
de España, acaso podrían caer seguidamente las economías de Italia, Francia y
Portugal? De ser así, ¿Podrían acaso arrastrar esas caídas a las economías
latinoamericanas, incluida la peruana? ¡MUCHO CUIDADO, HACEDORES DE LA POLÍTICA
ECONÓMICA! TOMAR PRECAUCIONES Y EVITAR TRIUNFALISMOS.
Referencias: