Michael
Porter hizo un diagnóstico crítico sobre el Perú, profundizando lo adelantado
en su anterior visita a la Universidad Pacífico en noviembre de 2009 (1). Sus aseveraciones nuevamente han levantado polvareda en el ambiente político y
empresarial, calentado ya por la campaña electoral 2011. Destacó que el
crecimiento económico de la última década, basado en las inversiones
extranjeras en negocios ya existentes y la exportaciones de materias primas es
una ilusión, pues no hay creación de nuevas empresas y empleos; asimismo señaló
que las desigualdades persisten en nuestro país; y más aún, para sorpresa de
los asistentes a la CADE 2010 en Urubamba, advirtió que en el Perú hay una
burbuja financiera que podría explotar.
Michael Porter (nacido
en 1947) es un destacado economista estadounidense, profesor de la Escuela de
Negocios de la Universidad de Harvard, especialista en gestión y administración
de empresas y director del Instituto para la estrategia y la competitividad a
nivel internacional. Su principal teoría es la de Gerencia Estratégica que
estudia cómo una empresa o una nación pueden construir una ventaja competitiva
y sobre esa base desarrollar una estrategia competitiva (2). Es un analista polémico
por sus descarnadas y cuestionadoras declaraciones que han remecido más de una
vez a gobiernos, políticos, empresarios y académicos de varios países del mundo.
Diagnóstico: “el crecimiento peruano es
una ilusión”
Porter, autor de más de 16
libros y 60 artículos (3), explicó en CADE 2011 que
el crecimiento del Perú en la última década no es del todo exitoso. El
crecimiento viene dado por dos razones importantes: en primer lugar, por la
expansión de las inversiones extranjeras en el país, las cuales se dirigen,
especialmente, a sectores ya consolidados y se dedican a comprar empresas ya
existentes; en segundo lugar por el crecimiento de las exportaciones primarias,
además, insistió en que el Perú es un país que depende del precio
de los minerales, debido a que se ha preocupado muy poco por diversificar sus
exportaciones. Por tanto, concluyó, el crecimiento
del Perú es sólo una ilusión, no es real, pues no existe la creación de nuevas
empresas y de empleos. “Esto es porque el crecimiento simplemente se da
en sectores que no emplean a mucha gente y tenemos que ver una manera de
compartir este crecimiento”, expresó.
Afirmó también que,
si bien la tasa de pobreza se redujo ligeramente en los últimos años, esta
sigue siendo alta en varias regiones del país.
Es de recordar que cuando
vino a la Universidad Pacífico hace un año, adelantó un análisis de la
competitividad de la economía peruana que llamó la atención del Presidente Alan
García quien se molesto por la visión limitada del crecimiento peruano en el
largo plazo y respondió a la crítica a través del entonces Ministro de
Economía, quien afirmó que Porter era foráneo y no conocía a la Economía
Peruana desde adentro. Entonces Porte señaló que el Perú no tiene rumbo definido; que el crecimiento
logrado no es sostenible por no generar competitividad y por no beneficiar a la
mayoría de peruanos. Advirtió los peligros que nuestra economía atraviesa por
no invertir adecuadamente en recursos humanos e infraestructura (cit. 1).
El riesgo del momento: Perú tiene una
burbuja financiera
Uno de los
comentarios de Porter que más preocupación causó entre los invitados es que en
el Perú se ha formado una gran burbuja financiera, por un mal diseño en las
reglas del sistema financiero y los riesgos no serían pocos. “Hay una burbuja
aquí en este momento, ustedes quizá podrían querer ignorarlo pero yo espero que
decidan no ignorarlo porque es una burbuja y las burbujas revientan, explotan y
la gente es dañada por esto”, remarcó. El Banco Central de Reserva y la Superintendencia
de Banca y Seguros deben tomar medidas al respecto.
¿Qué hacer para desarrollar el Perú a
largo plazo, según Porter?
Porter, autor del
Libro “La ventaja competitiva de las naciones” (1990) que ha guiado la política
económica en muchas partes del mundo (4), afirma, en primer lugar, que es
preciso generar una visión estratégica y consensuada de la economía entre el
sector público y privado respecto de dónde queremos que esté el Perú en los
próximos 10 años y saber con quién compite, para lo cual es necesario saber
cuáles son sus fortalezas y debilidades. En segundo lugar, plantea diversificar
la economía y en sectores en los cuáles se puede ser exitoso; en tercer lugar, dejar
de lado el centralismo limeño.
El Profesor Porter afirmó que un país no
puede ser competitivo si no mejora su productividad y mucho menos si sus
empresas no son lo suficientemente competitivas. Por ello recomienda impulsar tanto
una educación de calidad como de la infraestructura, el respeto a la ley y, por
supuesto, el destierro de la corrupción.
Los negocios competitivos pueden generar
puestos de trabajo y mejorar la salud en la población. Señalo que el Perú tiene
muchas ventajas, entre ellas los recursos naturales y una gran ubicación
geográfica, el esfuerzo de su población, lo cual se debe saber aprovechar tanto
su habilidad como su capacidad de visión a corto mediano y largo plazo.
Aseveró.
Además comentó
que no se puede pensar en desarrollo económico sin tocar el desarrollo social.
Destacó que una de las tareas fundamentales para el Perú es revigorizar el
Consejo Nacional de la Competitividad e invertir en ciencia y tecnología. El gobierno debería trabajar más para mejorar el
atractivo de las inversiones a otras industrias con mayor valor agregado
económico y tecnológico; mejorar la seguridad y también el escenario macroeconómico.
En
la parte final de su exposición, el prestigiado académico señaló que pese a
las grandes debilidades del Perú, confía que si se toma conciencia del
desarrollo de la competitividad, al año 2021 el Perú sería el primer país en la
costa del Pacífico sur con el mayor nivel de inversión extranjera directa y con
una tasa de pobreza de 20%. Los empresarios son la mejor garantía para un
desarrollo competitivo del país, inquirió (5).
Pero
sin democracia tampoco hay crecimiento sostenido
Debemos aprovechar
estas valiosas reflexiones de Michael Porter, los ciudadanos comunes y
corrientes y los políticos que dirigen o pretenden dirigir los destinos de
nuestra patria, sus regiones o provincias en decidir las nuevas rutas del
desarrollo nacional. Debemos forjar, juntos, una visión de desarrollo competitiva
y justa, de manera consensuada, reconociendo, además, que tampoco hay
crecimiento sostenible sin democracia -aspecto no abordado por el académico- y
cuya situación es todavía débil e incipiente en Perú, mereciendo, por tanto, una
prioridad especial en la construcción sociopolítica de nuestro país.
Referencias: