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jueves, julio 26, 2012

EL CRIMEN ORGANIZADO EN EL MUNDO MUEVE 870 MIL MILLONES DE DÓLARES AL AÑO, SEGÚN LA ONU


El negocio más rentable para los criminales es el tráfico de drogas seguido por la piratería, según lo afirma la Oficina de la Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, UNODC (1).


MAGNITUD DE LA ECONOMÍA DEL CRIMEN ORGANIZADO

El crimen organizado en el mundo mueve aproximadamente unos 870 mil millones de dólares norteamericanos al año, a escala global, más de seis veces el total de ayuda oficial al desarrollo, dijo este lunes un organismo de la ONU, que consideró que frenar esta amenaza para la paz es uno de los más grandes desafíos mundiales.
El negocio más rentable para los delincuentes es el tráfico de drogas, seguido de la piratería, dijo la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, UNODC, al lanzar una campaña de concientización sobre el tamaño y el costo de las redes delictivas transfronterizas.
El referido Organismo informó que millones de víctimas se ven afectadas cada año como resultado de las actividades de los grupos del crimen organizado, y sólo las víctimas de tráfico de seres humanos representan 2,4 millones, dice UNODC en su comunicado.
La cifra estimada de US$ 870 mil millones equivale a un 1,5% del Producto Bruto Interno mundial, dijo el organismo, advirtiendo de que los grupos delictivos pueden desestabilizar regiones enteras.
Frenar esta amenaza transnacional representa uno de los grandes desafíos mundiales de la comunidad internacional, aseveró el director ejecutivo de la UNODC, Yury Fedotov.
Un portavoz dijo que era la primera vez que el organismo había logrado compilar una estimación sobre el crimen organizado a nivel transaccional usando fuentes externas e internas de la UNODC, por lo que no había cifras comparativas que mostraran una tendencia.
El informe también se fundamenta en los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el costo del tráfico de seres humanos, así como de la información sobre productos falsificados recopilada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
ECONOMÍA DEL CRIMEN ORGANIZADO ES UNA DE LAS MÁS DINÁMICAS
Se trata de una de las economías más dinámicas, productivas e innovadoras del mundo. Sus “empresarios” han aprovechado el aumento del comercio internacional, el desarrollo del sector financiero y la explosión de las nuevas tecnologías para convertirse en verdaderos motores del crecimiento en países de la talla de China, Rusia, Brasil o Tailandia. Son capitalistas puros. Comercian con todo. Sus mercancías son las drogas, software, películas, discos, armas y seres humanos. Es la enorme economía del crimen organizado.

INNOVACIÓN EN EL NEGOCIO DE LAS MÁFIAS

Las redes criminales son muy dinámicas y flexibles. Un ejemplo: Hcae algunos años, EE.UU. hacía una enorme publicidad a la caída de las aprehensiones de tráfico de cocaína, lo que parecía indicar que estaba teniendo éxito en la lucha contra el tráfico de drogas. Pero la realidad era otra. Las mafias comprobaron que el euro era más atractivo que el dólar y que Europa no controlaba la entrada de coca desde África, así que exportaron a ese mercado mucho más en vez de a EE.UU. De manera que sí entra menos coca, entonces se apresa menos, explica Naim (2).

Pero más notable es la innovación en materia de producto, que refleja que incluso la legalización de ciertas actividades no implica necesariamente menos crimen. Un ejemplo es la prostitución. El profesor de la Universidad de Harvard, Sudhir Venkatesh -uno de los mayores expertos en economía informal del mundo- y su colega de Chicago Steven Levitt han descubierto que la expansión de las relaciones sexuales antes del matrimonio no sólo no ha limitado la prostitución, sino que la ha expandido, puesto que las prostitutas se han especializado en prácticas sexuales que los hombres no atreven a reclamar a sus parejas.

Como explicó Levitt en enero en el congreso anual de la Asociación de Economistas Americanos (celebrado, paradójicamente, en Nueva Orleans, una ciudad famosa por su prostitución), «la disponibilidad del sexo premarital ha eliminado en gran medida la prostitución tradicional. Lo que queda es lo que el mercado de esposas y novias no proveerán con facilidad». Esos nuevos comportamientos sexuales han provocado un boom del tráfico de mujeres y del turismo sexual, fácilmente accesible para cualquiera con un ordenador y que tenga aproximadamente 30 segundos para realizar una búsqueda en Google.Hoy, el tráfico de personas es ya el tercer sector del crimen organizado más grande por tamaño, con una cifra de negocio anual de unos 28.000 millones de euros, según el think tank Federación de Asociaciones de Naciones Unidas (3).


REFERENCIAS
(3) El Espectador. “Crimen organizado, el negocio más rentable del mundo”. Disponible en http://www.elespectador.com/noticias/judicial/articulo-340796-crimen-organizado-el-negocio-mas-rentable-delmundo

domingo, junio 03, 2012

CORRUPCIÓN Y ABUSO DE PODER A FAVOR DE PRIVADOS FRENAN EL DESARROLLO DEL MUNDO

La corrupción y el abuso del poder a favor del beneficio privado son los mayores obstáculos del desarrollo económico y social en todo el mundo, y particularmente del Perú. Distorsionan los mercados, frenan el crecimiento económico,  limitan el acceso de los pobres a los servicios básicos, quiebran la esencia del desarrollo, envilecen la democracia, socavan el imperio de la ley y degradan la moral de los seres humanos. En el siguiente mapa se ve la extensión de la corrupción en el mundo, al 2011, manchado de rojo, y donde penosamente figura el Perú (1).


Significado del término Corrupción
 Según el diccionario de la Real Academia Española, RAE, el término corrupción viene del latín corruptĭo, -ōnisy significa “acción y efecto de corromper”, de manera queEn las organizaciones, especialmente en las públicas, es una práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores (2).

La corrupción genera noticias de primera plana doquiera que esté: en los países ricos o en los pobres. Si bien todos están de acuerdo en que es algo malo e indeseable, el alcance del problema aún no se identifica por completo y aparece como una desagradable sorpresa para muchos que no encuentran el remedio de este pernicioso mal.

Corrupción enraizada, globalizada y con muchas víctimas

La corrupción sigue siendo un problema mundial de raíces profundas e intrincadas que viene desde el pasado y está creciendo más y más junto al fenómeno de la globalización, circunstancia que propicia nuevas condiciones y facilidades para su proliferación y agravamiento y, por usar infinitos disfraces, hace más complicada su identificación y erradicación. 
Es importante, desde una perspectiva académica y cultural, no sólo desentrañar las causas de la corrupción sino también sus consecuencias y, producto de ello fortalecer la lucha contra esta lacra mundial, particularmente en el Perú.

Cada vez más gobiernos y organizaciones están reconociendo que la corrupción no es un crimen sin víctimas - que permite y, a su vez, alienta otras formas de actividad criminal. Afecta directa e indirectamente a miles de millones de pobres en todo el mundo, sobre todo a esos que constituyen las mayorías empobrecidas de los países subdesarrollados en situación de riesgo social y económico.

La corrupción no sólo tiene un impacto en el ámbito político, por la inestabilidad que genera, sino también económico por la ineficiencia en el uso de los recursos públicos y la desaceleración del ritmo de crecimiento económico; asimismo, por su efecto negativo en la calidad y goce de los derechos humanos fundamentales, sobre todo de los sectores más pobres de la población, que siguen postergados históricamente en el mundo y en nuestro país. Ellos tienen las menores posibilidades de acceso a las diversas prestaciones de servicios público como la salud, educación, vivienda, seguridad social, administración de justicia  y otros que se ven alterados y/o restringidos por las prácticas corruptas de individuos y grupos delincuenciales. 
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El Perú en la zona roja de la corrupción

El Perú está experimentando una expansión económica sin precedentes a lo largo de su historia contemporánea, con tasas de crecimiento promedio anual por encima del 6% en los últimos doce años sostenido principalmente por el auge de la minería y las mayores recaudaciones tributarias del Estado. En este contexto, los problemas que más le preocupan a la ciudadanía son la corrupción en el Sector Público y la inseguridad ciudadana, así como la persistente desigualdad y pobreza.

Cuando se ordena a las instituciones estatales del Perú por incidencia de coimas y menores tasas de éxito en los trámites, se encuentra que son la Policía, el Poder Judicial y las aduanas-migraciones las que se repiten entre los tres peores lugares en estas dimensiones. Estos resultados coinciden plenamente con la percepción ciudadana que las considera como las instituciones de atención directa al ciudadano menos confiables del país (4).

Sin embargo, según el ranking y el mapa del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional, Perú ocupa en el año 2011 el vergonzoso puesto 80º en la escala mundial, junto a Colombia, El Salvador y Grecia, y muy lejos de otros países latinoamericanos como Chile o Uruguay (éste último en el puesto 25º). En dicho mapa mundial Perú aparece manchado de rojo junto a varios países, lo cual significa que la corrupción es una lacra extendida y grave en nuestro país, y que muchos funcionarios públicos peruanos son de los más corruptos del mundo.

También es conocido que los gestores del gasto público como los órganos de planificación,  adquisiciones y logística, y construcción de edificaciones son el principal foco donde se concentran los mayores casos de corrupción y manejos turbios de los recursos del Estado. Muchas autoridades destinan a estos cargos al denominado "personal de confianza", a pesar de que no posean los requisitos mínimos para ocupar los cargos y, obviamente, para robar asociativamente manejando a su antojo los turbios e interesados procesos de adquisición de obras, bienes de capital y corrientes con dinero del Estado de todos los peruanos.

Es increíble ver cómo los funcionarios y servidores públicos, los profesionales independientes que ni siquiera llegan los 35 o 40 años de edad, poseen propiedades y bienes que largamente superan sus ingresos económicos, y cuyo origen se encuentra indudablemente en la corrupción.

En el Perú, la corrupción alcanza a todos los niveles públicos, a las altas jerarquías de los poderes del Estado, a las autoridades públicas y servidores, e incluso se han visto varios casos donde magistrados del Poder Judicial liberan a delincuentes prontuarios, apegándose a los vacíos legales o buscando argucias que les permite "pagar o romper la mano" por su liberación y seguir robando al Estado. Se trata de una justicia corrupta en extremo.

Más aún, en los últimos tiempos los corruptos han comprendido que, además de apropiarse de los fondos públicos a través del llamado “diezmo” o delitos de peculado y otros de la administración pública, el Poder Político es un verdadero botín que les permite continuar y dinamizar sus deleznables actos en contra del pueblo y acrecentar los hurtos en contra del Estado; es así que postulan y alcanzan a puestos jerárquicos en base de argollas, dádivas, uso de testaferros, del “toma y daca” y tantas acciones inmorales que les permite liberarse de la presión de la justicia y aprovecharse de ella para asegurar y posicionar mejor sus intereses delincuenciales y fortalecer la creciente cleptocracia. Esto ocurre, sobre todo, con los altos funcionarios del Estado cuyas denuncias de corrupción se han visto en los canales de televisión y los periódicos peruanos; pero al final, “no pasa nada”, ni en la policía ni en el Poder Judicial y salen ilesos de toda denuncia. Este tipo de hechos es común y corriente en el Perú; aunque también se nota la infiltración del narcotráfico en las altas jerarquías gubernamentales, lo que hace peligrar la endeble estabilidad de la democracia.

El costo de la corrupción el mundo, en Latinoamérica y el Perú


La corrupción y el abuso del poder a favor del beneficio privado roban a las poblaciones locales y regionales, especialmente en los países en desarrollo como el Perú, los escasos recursos para generar la prosperidad. Las estimaciones aproximativas muestran que el costo de la corrupción equivale a más del 5% del Producto Bruto Interno mundial. Sólo en los EE.UU. asciende a US $ 2,6 billones, lo cual incluye más de US $ 1 billón pagados en sobornos cada año, un impacto sobre el costo de hacer negocios y constituye un enorme obstáculo al desarrollo socioeconómico por causar pérdidas de negocios reflejados en los elevados índices de criminalidad y el grave sufrimiento social(1).

El costo de la corrupción en la economía de los países de Latinoamérica podría estar alcanzando al 58% del PBI per cápita, según lo estima Robert Klitgaard, consultor internacional y catedrático de la Claremont Graduate University (EE.UU.), pues al afectar los sistemas de contrataciones, judicial o financiero aleja las inversiones, crea un sistema económico paralelo y dilapida los recursos públicos. Según el especialista, el estudio “Corrupción en el mundo: evidencia de un modelo estructural”, realizado por Axel Dreher, prueba que la corrupción también incentiva a que las empresas operen en un mercado negro, para evitar así el ‘costo’ de ingresar a la economía formal, lo que a su vez deriva en menores ingresos para el Estado. Considerando que el Fondo Monetario Internacional, FMI, estimó para el Perú un PBI per cápita de US$ 4,950 en el año 2010 y a ello aplicásemos el cálculo de Dreher, el PBI per cápita peruano pudiera ser de US$7,821.

De otra parte, la Contraloría General de la República afirma que las auditorías revelan pérdidas de hasta S/. 9,000 millones. Tras comentar que tal cifra es alarmante, el contralor Fuad Khoury precisó que los primeros indicios del impacto de la corrupción en nuestro país apuntan un daño que equivale entre 10% al 15% del presupuesto nacional destinado a compras e inversiones (¿“El diezmo”?). Es decir, las pérdidas estarían entre los S/. 6,000 y S/. 9,000 millones en los últimos 18 meses analizados.

El cálculo de la Contraloría se basa en las auditorías realizadas por la actual gestión a diferentes entidades del Estado, que revelaron que las pérdidas por corrupción ascendieron a S/. 3,000 millones. Pero “si extrapolamos esta cifra a todo el Estado, llegamos al cálculo inicial”, asegura Khoury. A todo ello, concluye el contralor, hay que sumarle la cadena de ineficiencias en las que cae el Estado, variable que todavía no ha sido medida (5).
La corrupción se ha exacerbado por la creciente complejidad y opacidad de las cadenas de suministro globales y la burocracia estatal no se ha desarrollado a la par; y el comercio ilícito está inextricablemente entrelazado con la corrupción, por cuanto lo activa y genera un dinero sucio y mal habido.

¿Es posible luchar exitosamente contra la corrupción?


Creo que es posible luchar exitosamente contra la corrupción, siempre que los gobernantes, las organizaciones sociales y ciudadanos tengan la voluntad de hacerlo y, en tal sentido adoptar las medidas más eficaces. Hay recomendaciones contra la Corrupción de numerosas organizaciones, entre ellas de aquellas que participaron en el último Foro Económico Mundial, donde se centraron en los siguientes seis temas manifestando que son susceptibles de alcanzarse entre el corto a mediano plazo:

1)   Realizar contrataciones públicas más transparentes, razonables y honestas;
2)   Promover y ampliar las iniciativas contra la corrupción a todo nivel;
3) Participación del sector privado en la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción;
4) Diseñar y poner en marcha en cada país o región oportunidades de creación de capacidades en la lucha contra la corrupción tanto en los sectores público y privado;
5) Incentivar tanto a las organizaciones públicas y privadas como a los gremios de profesionales a que adopten códigos de conducta contra la corrupción; y
6)  Fortalecer el marco jurídico y normativo interno y externo sobre la lucha contra la corrupción persiguiendo a los corruptos de por vida, estén donde estén, y promoviendo sanciones más severas a funcionarios públicos que cometen actos de corrupción, tales como penas de prisión efectiva e inhabilitación permanente del ejercicio de la función pública.

Asimismo, es preciso racionalizar el quehacer del gobierno contra la corrupción, lo cual pasa por la  implementación de sistemas electrónicos que mejoren la transparencia y reduzcan al mínimo los incentivos de corrupción.

También se debe fortalecer instancias de control de la gestión pública tales como la hoy debilitada Contraloría General de la República, el Ministerio Público, el cuestionado Poder Judicial y la Defensoría del Pueblo, entidades que deberían cultivar una moral alta, coordinar más estrechamente sus acciones y establecer alianzas con los organizaciones de la sociedad civil y los medios de comunicación responsables para una labor más efectiva en la erradicación de la corrupción, teniendo en cuenta que la prosperidad puede coexistir con un gobierno transparente. Por ejemplo Singapur se erige como un referente. Cuenta con un Estado relativamente libre de corrupción y, además, es altamente competitivo.

Actores Clave contra la corrupción

Es evidente que la prensa informativa y de negocios juega un papel importante en la lucha contra la corrupción, al aumentar la transparencia en la sociedad. Sin embargo, es también cierto que existe una prensa servil y reptante (mermelera”) e incluso otra asociada umbilicalmente a la corrupción a la que debe tenerse cuidado y enfrentarla.

Son partes interesadas, tanto los gobiernos en todas sus instancias, como las empresas y organizaciones privadas en la lucha contra la corrupción -pues podrían tener foros donde se debatan la implementación de las mejores prácticas y las medidas más eficaces contra dicho flagelo.

Los denunciantes de irregularidades dentro de las instituciones del Estado, de las empresas necesitan operar con total independencia y en entornos de confianza y fiabilidad, y estar a salvo de represalias de los corruptos.

Es necesario impulsar la creación y funcionamiento de una organización, a escala nacional, regional y local para la lucha contra la corrupción, así como la protección de los reveladores de la corrupción y de los corruptos.

Es hora de indignarse contra la corrupción


Mientras los peruanos permitamos la existencia del "dinero fácil" y del abuso del poder público y de las leyes para generar ingresos negros y ensangrentados, sacándole la vuelta a las mismas, definitivamente continuaremos entre los territorios rojos más peligrosos del mundo. Mientras haya alguien dispuesto a sobornar y otro en aceptarlo, entonces habrá corrupción.

Hay muchísimas razones para indignarse en la vida, máxime si tenemos un compromiso para con el bienestar de la sociedad. Somos responsables en tanto individuos, personas humanas y ciudadanos que buscamos históricamente la libertad; esa libertad que progresa paso a paso pero con mucha dificultad y es producto del sacrificio de muchos y, a la vez, es hermana de la justicia.

Señoras y señores: ya es hora de indignarse contra la corrupción y salir de la pasividad; pero de indignarse decidida, unificada e inteligentemente para acabar con este flagelo social y sus practicantes. Es hora de defender la prosperidad de los pueblos empobrecidos de nuestro país en esta época de bonanza económica. De lo contrario, será una oportunidad perdida.

Referencias:
(4) Yamada, Gustavo y Montero, Ricardo. “Doble a triple castigo: Burocracia, corrupción e inequidad en los servicios públicos en el Perú.

jueves, julio 14, 2011

CONFIRMAN CONDENA A FUJIMORI POR CORRUPCIÓN


La Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia confirmó ayer la condena de seis años de prisión al Alberto Fujimori, ex presidente del Perú, quien deberá pagar con 6 años de cárcel y una indemnización algo mayor a 24 millones de nuevos soles por los casos de corrupción de funcionarios: cohecho activo genérico en agravio del Estado; y violación del secreto de las comunicaciones, interferencia telefónica en agravio de 28 personas. Se trata de una causa independiente a la de los delitos contra los Derechos Humanos por los que está condenado a 25 años; por usurpación de funciones, seis años y otra causa que aún está en curso, vinculado por pagos a Vladimiro Montesinos.

La condena fue confirmada por la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema integrada, para este caso, por los jueces supremos Robinson Gonzales Campos, Jorge Solís Espinoza, Duberlí Rodríguez Tineo, Elvia Barrios Alvarado y José Neyra Flores, al desestimar por unanimidad los recursos interpuestos por la defensa del inculpado, e inclusive de la Fiscalía que pedía ocho años de pena (1).


Para el tribunal que juzgó el caso, los cargos se encuentran “suficientemente acreditados”. Los delitos señalados incluían peculado doloso, corrupción de funcionarios, cohecho activo genérico, en agravio del Estado; y violación del secreto de las comunicaciones, interferencia o escucha telefónica, en agravio de 28 personas. Gran parte de la indemnización tendrá como destino el Estado, y una menor parte deberá ser repartido entre los 28 agraviados (2 y 3).

La resolución suprema precisa también que los hechos imputados al ex dictador, referente al uso de fondos públicos para asegurar su reelección y el control del Congreso de la República, así como haber liderado una organización criminal, resultan probados con la aceptación de los cargos, realizada durante el juicio público.

El fallo establece, así mismo, una sanción de prohibición para ejercer cargo público, pero esta ya se cumplió al haberse dado el año 2001.

Indica además que Fujimori se acogió a la conclusión anticipada del juicio, con la aceptación de su abogado, lo que implica el reconocimiento de responsabilidad penal y civil de los hechos descritos en la acusación fiscal y la resolución de extradicción.

Esta es la tercera condena que la Corte Suprema ratifica sobre Fujimori, tras los seis años por usurpación de funciones, y los 25 por crímenes contra los Derechos humanos. Aún resta la ratificación de la condena a siete años y medio por pagos a Vladimiro Montesinos.

La ratificación se da a conocer días después de que algunos sectores políticos pidieran el indulto del ex presidente y comentaran públicamente de que está sumido en una profunda depresión al punto de haberle hecho perder 15 kilos, lo que habría conllevado a que sus familiares desautoricen los pedidos particulares de indulto.

Esta es una nueva muestra de la lucha frontal contra la corrupción en la que se halla empeñada la justicia en el Perú.

Referencias:

domingo, mayo 29, 2011

CLEPTOCRACIA: LA MAYOR PANDEMIA DESTRUCTIVA DEL SIGLO XXI

El término cleptocracia viene del griego Kleptein, que significa ladrón; y Kratos, gobierno. Es un sistema de gobierno donde a nombre de un partido político, alianza electoral, coalición o movimiento político, sea oficial o secreto, una banda organizada de ladrones institucionaliza un gobierno que administra el poder público y privado basado en el robo de los recursos y el aprovechamiento de todas las oportunidades de la gestión pública y privada para el enriquecimiento personal, familiar y de sus grupos conexos.


¿Qué es la Cleptocracia?

Cleptocracia es un término de reciente acuñación y se usa despectivamente para decir que un gobierno es ladrón y corrupto porque recurre al nepotismo, clientelismo político, peculado, malversación de fondos, asociación ilícita para delinquir y otros delitos, de forma que sus acciones delictivas quedan impunes, gracias a que todos los sectores del poder actúan similarmente, desde la justicia, los militares y funcionarios del Estado en sus distintos niveles e instancias, hasta la prensa rastrera e hipócrita, el sistema político, económico y administrativo (1).

La cleptocracia llega al poder, mayormente, por la vía de las elecciones con el pbjeto de “legitimarse” o, alternativamente, por los autogolpes, aclamaciones, arreglos reglamentarios y reelecciones, e incluso cuentan con instancias pseudo fiscalizadoras para camuflarse ante el pueblo y dentro de él. 

Esta banda de ladrones, habilidosa y cínicamente usa el poder público para asegurar el lucro de los empresarios privados con los que se vincula y convive. La integran viejos y mañosos políticos asociados a otros nuevos procreados y acuñados con las mismas mañas y subterfugios. Sobresalen los gángsters o sicarios de cuello blanco que se muestran dinámicos y transitan de partido en partido, de ideología en ideología, o desde la dictadura a la democracia o viceversa, o de puesto en puesto entre instituciones similares. Merodean entre ellos los oportunistas de siempre (los “cazafortunas”), los profesionales incapaces, pero ávidos de poder, estatus y dinero fácil; y, por supuesto, tampoco faltan los dirigentes populares mediocres y vividores y muchos miserables y envilecidos de la prensa (2).

Los cleptócratas, por su naturaleza delincuencial, constituyen gobiernos absolutistas, discrecionales y sin transparencia. El abuso de poder de aquellos que encarnan la autoridad, tanto para manipular los procesos políticos, económicos y sociales como administrativos, es una constante. Se organizan en distintos sectores y niveles del poder estatal y de la sociedad civil; estructuran sistemas globales, regionales, nacionales, locales e institucionales; por eso, cuando se les agota un régimen, no dudan de pasar a otro, sea este centralizado, descentralizado o autónomo, todos ellos sirven para sus fines.


Para Besberry, Jim, Asesor del Banco Mundial (3) “...a los cleptócratas no les interesa el medio para llegar al poder, simplemente se desarrollan como un cáncer corrompiendo a más personas hasta que toman el control total de las instituciones...cuando la corrupción se convierte en un habito diario, los sobornos se hacen parte de la estructura de costos de los empresarios y en suplementos de sueldos de empleados públicos y privados”. afirma contundentemente.

Globalización de la cleptocracia




La globalización de la cleptocracia es, sin duda, una de las mayores pandemias que afecta al mundo actual y se halla en irrefrenable expansión, bajo el marco de la ideología del neoliberalismo, donde todo se tranza en el mercado invisible, pues todo tiene un precio, inclusive en los gobiernos heterodoxos e institucionalistas. 

La cleptocracia prácticamente constituye un mal endémico en muchos países del mundo. En América Latina destacan Perú, Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Nicaragua y Venezuela que padecen o han padecido este pernicioso mal en su vida republicana. Perú, vale decir nuestra patria, destaca más y más en los últimos años por la magnitud de los robos y su asociación con la violencia homicida, y pese a ello no se hace nada o se hace muy poco por detenerla.


Hay casos en países asiáticos, africanos y latinoamericanos sobre denuncias y procesos judiciales a ministros, jueces, generales, gerentes e inclusive presidentes de la república o jefes de gobierno de las distintas instancias gubernamentales. En algunos casos se han derribado estructuras completas de gobierno hasta ser destituidos y encarcelados; otros países más radicales han fusilado a los corruptos sin contar a los que se suicidaron al ser descubiertos y existir baja tolerancia a la corrupción.


Los rasgos de la cleptocracia

En el imperio de la cleptocracia los mecanismos del gobierno de un Estado se dedican casi enteramente a gravar los recursos e ingresos de la población del país (por medio de impuestos que no se les retribuye a ellos; desvíos de fondos de privatizaciones, transferencias de recursos tributarios provenientes de la explotación de recursos naturales, como el canon minero de la minería, o de la explotación del petróleo, gas natural y otros recursos naturales, así como otros tipos de negociados. 

Los dirigentes del sistema cleptocrático amasan grandes fortunas personales, en especial el presidente o el mayor cargo de jefe de estado, junto a sus más allegados como los ministros, vice ministros y asesores personales. Estos mismos hechos se repiten a menor escala en los gobiernos subnacionales; a nivel regional y municipal, incluso en lo institucional y empresarial.

En la cleptocracia el dinero es lavado o se desvía a cuentas bancarias secretas e inaccesibles, por lo general en los llamados paraísos fiscales  como forma de encubrimiento del robo (4).

La cleptocracia se da más de las veces en las dictaduras o gobiernos autocráticos o autoritarios, puesto que en la democracia se hace más difícil encubrirla, aunque ha habido casos de gobiernos en apariencia democráticos que han sido considerados cleptócraticos ("democraduras").

La ideología o supuesta ideología profesada, tiene poco o casi nada que ver con el cleptócrata. Así se puede encontrar en el mundo a mandatarios socialistas como  Milosevic, o capitalistas como Suharto u Fujimori, todos ellos catalogados en general, como cleptócratas por Transparencia Internacional.

Detrás del poder cleptocrático se organizan los aparatos del sistema, compuestos por destacamentos policiales y militares con mando centralizado, cuentan con espías, medios de comunicación y mercenarios manipuladores y depravadores de la ideología y de la opinión pública. 

También se estructuran redes de lealtades en el poder judicial prevaricador; y todos actúan con la arrogancia y la desfachatez de sentirse lavados y validados por la democracia, el olvido público, la tolerancia a la corrupción y la autoridad oficial y la ley: Obviamente los cleptócratas no se inmutan ni ruborizan por la dimensión del prontuario, incluso hacer alarde de la dimensión de sus fechorías y el miedo que infunden a la sociedad.

Secuelas de la cleptocracia

La secuela que deja la cleptocracia tiene como frondoso inventario obras públicas con sobre precios; obras fantasmas y otras innecesarias o de pésima calidad; licitaciones manipuladas o arregladas, addendas reiteradas, compras fraccionadas, ventas de empresas públicas y patrimonios del Estado subvaluadas, privatizaciones o expropiaciones convenidas, grandes delitos tributarios, desvió y saqueo de los fondos sociales, malversación de las donaciones, ayudas internacionales y de los créditos de fomento; el tráfico de Leyes, Decretos, Resoluciones y sentencias judiciales; alianzas políticas mercantiles, gestiones financieras dadivosas, lavado de dinero, protecciones al narcotráfico y el terrorismo; y todo ello amparado en la impunidad oficial y el sistema de lealtades delincuenciales y el uso y abuso del poder.

La existencia de este maligno sistema socioeconómico y político, tanto a nivel global, nacional, regional, local e institucional, en lo público y lo privado, es conocido por la sociedad o parte de ella, pero tolerado por la hipocresía social y la complicidad de la prensa, amparado por el poder que, finalmente degrada las condiciones de vida de los pueblos, que se ven empobrecidos y envilecidos por la miseria, dificultando los procesos del desarrollo humano. 

Las economías basadas en la extracción de materias primas (minerales, petróleo, gas, etc.) son históricamente las más vulnerables y proclives a la creación y afincamiento de las cleptocracias. América Latina, África y Asia son, concretamente, las regiones más propensas a contraer esta pandemia destructiva que, lamentablemente, puede dar lugar a la instauración de Estados fallidos.

Un Estado fallido se caracteriza por el fracaso social, político y económico, por tener un gobierno ineficaz y desinteresado con las necesidades de la población, que pierde control sobre vastas regiones de su territorio, o incapaz de proveer servicios básicos a la población pobre, presenta altos niveles de corrupción y de criminalidad, de refugiados y desplazados, así como una marcada degradación económica y social (5). A todo esto laman algunos estudiosos como "la maldición de los recursos naturales".

Ranking de los diez mayores cleptócratas del mundo

Según información de Transparencia Internacional difundida en la BBC y Wikipedia, son ejemplos de cleptocracia en el mundo los gobiernos de los tristemente célebres Suharto, Fernando Marcos, Mobuto Sese Seko, Sani Abacha, Milosevic, Duvalier, Fujimori, Lasarenko, Arnoldo Alemán y Joseph Estrada, considerados como los 10 mayores cleptócratas de todos los tiempos a nivel mundial.



El Informe Global de la corrupción de Transparencia Internacional (1), poco difundido en el medio latinoamericano y particularmente peruano, señala que entre los cleptócratas del ranking mundial figuran ex gobernantes latinoamericanos  JC Duvalier y Fujimori ¿Hasta que punto es cierto lo afirmado por TI? De ser cierto, ¿Dónde está el dinero perteneciente a todos los haitianos y peruanos? ¿Qué hacer para recuperarlo? ¿Quiénes son los responsables del activar el recupero?  ¿hasta cuándo es posible recuperarlo?. Los pueblos de todos esos países exigen respuestas concretas y sinceras. 


¿Qué hacer contra la cleptocracia?


Para superar la gravedad de la cleptocracia, es necesario ponerla, sin temor y con prioridad, en la agenda social. Que los nuevos líderes políticos tengan voluntad de enfrentarla y definan integralmente a largo y corto plazo, estrategias, políticas, programas y proyectos de prevención, persecución y sanción drástica de la corrupción en todas sus modalidades, empezando por hacer imprescriptibles los delitos, encarcelando al corrupto previo juzgamiento y, cómo no, fortaleciendo y democratizando el sistema de partidos políticos que, en el caso peruano, está en ruinas.


Pero sobre todo, es prioritario mejorar cualitativamente la educación familiar y formal basada en nuevos valores y la capacitación integral y permanente en materia de ciudadanía responsable, lo cual es crucial para forjar hogares y comunidades sólidas cultural y moralmente, deseosas de alcanzar el bienestar en base del trabajo  honrado y los negocios con ganancia justa.

También es necesario forjar una nueva ética y responsabilidad de los gobernantes y gobernados basados en el espíritu de servicio público, disminuyendo las desigualdades patrimoniales y de los ingresos que en estos tiempos se están exacervando; la erradicación de la pobreza, la generación de puestos de trabajo dignos y decorosos, sobre todo para los jóvenes y, en suma, mayores oportunidades para el desarrollo humano en el siglo XXI.

Es preciso, también, que los organismos internacionales de desarrollo analicen a fondo y en concierto la problemática ligada a la cleptocracia y su rápida expansión por el planeta a fin de tomar acuerdo generales para perseguir y exterminar este flagelo. Es hora de adoptar medidas concertadas y eficaces para frenar, perseguir y erradicar este mal del siglo XXI. Después podría ser demasiado tarde.

Referencias:
(1)    Wikipedia, la Enciclopedia Libre. En http://es.wikipedia.org/wiki/Cleptocracia
(5)    Wikipedia, la Enciclopedia Libre. En http://es.wikipedia.org/wiki/Estado_fallido

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